Capítulo 1: Introducción

17 2 0
                                    

Verano de 2021, que puedo decir, como de costumbre no hay nada nuevo que contar en relación a mis dudas sobre mi futuro, estas siguen existiendo y no salen de mi mente. Me crean miedos e incertidumbre, sobre todo de aquello que no puedo controlar. Un sinfín de emociones van y vienen constantemente a mi mente y lo único que quiero es que este desgaste mental acabe pronto.

Supongo y espero que al empezar el nuevo curso podré mantenerme ocupada, lo que hará que esté bastante entretenida, con poco tiempo para darle vueltas a absolutamente todo lo que me rodea. 

En cuanto a mi verano, se podría resumir en fiesta, alcohol y más fiesta, lo normal en una joven universitaria de veinte años que acaba de finalizar el curso.  

Concretamente, esa noche después de la fiesta en casa de Emma. Ese 14 de julio, complico mi vida aún más.

Ese día a pesar de ir muy borracha, recuerdo todo lo que sucedió. Llegué a casa de Emma sobre las ocho de la tarde, allí se encontraba también nuestra amiga Isa. Al principio iba a ser una noche tranquila, estando solo nosotras tres, pero entonces comenzamos a hablar con un amigo nuestro, Izan, al que convencimos para que trajese a su grupo de amigos. Sobre las 2 de la mañana, aproximadamente, llegaron y entre ellos estaba él, Lucas. 

Lucas era el típico chico inteligente, aplicado, que siempre sacaba buenas notas y que siempre tenía que tener todo bajo control, pero que con un poco de alcohol se descontrolaba. Creo que siempre me sentí atraída por él, sus ojos de color verde azulado y su estatura (era la perfecta para mí, ya que media más o menos como yo) me hipnotizaban, pero debido a diversas circunstancias nunca había pasado nada entre nosotros dos.

Visto así, ¿qué podría oponerse a que pasase algo? Pues bien, resulta que bastantes meses atrás, una noche, Emma y Lucas se enrollaron, no llegó a pasar nada más, de hecho, Emma le ignoraba cuando él le decía de hacer planes juntos. ¿Entonces qué podría pasar si pasase algo? Realmente nada, el único problema es que ella se enfadaría, desde mi punto de vista lo veía bastante injusto, y no era la única, Lucas también lo veía de esta manera. 

Durante el transcurso de la noche, Lucas y sus amigos se me insinuaron varías veces de que él quería algo, entonces pensé que por qué no hacer lo que me apetecía. En un momento de la noche, me fuí a la cocina a beber agua y Lucas vino detrás de mí, buscando un beso mío. Al principio le dije que mejor no, para que Emma no se enfadase, pero luego la situación se volvió a repetir y ya no pude resistirme más. 

Después de esa noche, Emma no parecía molesta, me dijo que sabía que yo quería tener algo con Lucas desde hace tiempo, y que total, estábamos jugando y bebiendo, que lo que  habían tenido ellos solo fue un lío de una noche sin sentimientos.

El verano seguía pasando, y la relación entre Lucas y yo se fue estrechando cada vez más. Hablábamos cada día más, creando una gran complicidad entre nosotros. 

Llegó el día en que me dijo que podríamos vernos, y yo toda emocionada fui a contárselo a Emma y a Isa, la respuesta no fue para nada la que esperaba. Ambas pensaron que no era buena idea, sobre todo Emma. No entendí su reacción, no pasó nada relevante entre ellos en ningún momento y aún así Isa se puso de su parte. Emma me amenazó con cortar nuestra relación como fuese capaz de quedar con él e Isa dijo que ella haría lo mismo en su lugar. ¿Qué clase de mejor amiga te hace elegir entre un chico por el que ella nunca sintió nada y ella? Cuando sabía todo lo que estaba empezando a sentir por él. 

Esa reacción me dolió y me machacó durante días, ¿Qué se supone que iba a hacer yo? 

Le expliqué la situación a Lucas y evidentemente se puso de mi lado, ya que no tenía ningún sentido nada de lo que ellas me decían.  

Me ofreció dos opciones, hacer lo que yo sentía y quería, que era lo mismo que él quería, o cortar por lo sano y no hablar más. 

Al ponerme en esa situación era muy difícil elegir, ya que como me dijo Emma, era él o ella. 

Después de mucho pensar en qué podría hacer, Lucas y yo decidimos quedar a escondidas, sin que nadie se enterase, para así poder estar felices los dos. 

Durante el verano todo fué genial, estábamos súper bien juntos, nos lo pasabamos genial, con plena confianza el uno con el otro. A pesar de todo eso, seguía sintiendo fatal, no podía disfrutar completamente, había una espina que no me podía sacar y era Emma. No podía ser plenamente feliz sin ella, sin decirle la verdad, ya que para mí ella estaba por encima de todo. No podía seguir con esto sin decírselo, pero sabía que si se lo decía la perdería para siempre, ¿por qué tenía que elegir entre mi bienestar y hacer lo que yo quería y ella? Era absurdo, pero a Lucas también le empezó a mosquear no poder contárselo a nadie. 

Varias veces intenté hablar con Emma y decirle que quería quedar con él, que sentía cosas y ella se seguía negando en rotundo, haciéndome elegir, hablar con ella era hablar con una pared. 

Un día de agosto, Lucas hizo una fiesta en su casa. Los dos intentamos resistirnos para que no pasase nada, pero la tensión sexual entre los dos era más que evidente, cosa que tanto Emma como Isa notaron. Después de esa noche, Emma estaba todavía más enfadada conmigo. 

El verano se iba acabando y la relación entre Lucas y yo cada vez se hacía más insostenible por el hecho de no poder contarlo, nos gustábamos mucho, eso era evidente, pero el hecho de tener que llevar nuestra relación oculta nos estaba pasando factura.

Al empezar septiembre, el tiempo de poder vernos se redució muchísimo, además, él empezó las clases unos días antes que yo, donde pudo reencontrarse con sus compañeros y acercarse más a una amiga suya. 

Unos días después, puso fin a lo que fuese que tuviéramos, ya que se dió cuenta que no quería tener algo oculto, lo entendí perfectamente, porqué yo tampoco. Su decisión no me afectó tanto como esperaba ya que era algo muy comprensible.

Después de eso, empezó a salir con una chica de su clase, por lo que perdimos el contacto completamente. 

Y así acabó mi verano del 2021. Se podría decir que fue uno de los más intensos y a la vez, uno de los más difíciles de llevar, ya que como he dicho al principio, mi inestabilidad emocional era un caos. Y todo esto solo hizo que mi salud mental empeorará poco a poco. Pero esto, solo era el principio del fin. 


SINTIENDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora