INTERLUDIO I: DADAN

8.3K 514 40
                                    

¡¿Qué demonios estaba pensando Garp al dejarla a cargo de un bebé?!

"La cárcel comienza a verse como una mejor opción", pensó Dadan mientras perseguía al pequeño Ace por toda la casa. "¿Demonios, este niño nunca se cansa?"

Los balbuceos y risitas de Ace se escuchaban sin cesar, el pequeño mocoso se divertía fastidiándola.

"¡Espera Ace!", gritó al ver que el bebé gateaba directamente hacia el fuego, ese niño tenía demasiada energía en su pequeño cuerpo. "¡Dogra, atrápalo!"

"En eso jefe", Dogra logró agarrar al pequeño demonio antes de que lograra quemar una de sus manitas escurridizas.

"Por lo menos es solo uno jefe.", razonó uno de los bandidos.

"Si, imagina que fueran dos.", continuó otro de ellos.

"O tres."

Dadan se estremeció de solo pensarlo, mientras Dogra le pasaba al pequeño Ace, el cual le babeó el hombro cuando lo sostuvo.

"Eres una amenaza.", una sonrisa pequeña apareció en su rostro cuando los escuchó balbucear, como si el pequeño cabrón le entendiera e intentara defenderse.

Con toda la gentileza que un bandido de la montaña podía reunir, Dadan bañó, cambió y trató de poner a dormir a Ace. Tres horas más tarde, el pequeño mocoso al fin había dormido.

Esa noche, Dadan volvió a tener los mismos sueños: Una versión futurista del bebé a su cuidado. El chico era impulsivo, alegre, ardía como el mismo fuego. Ese chico era feliz junto a un hombre gigante, que navegaba por lugares que Dadan solo podría soñar con conocer.

Luego estaban las pesadillas: el olor a carne quemada, la visión de aquel chico siendo atravesado por un puño de Magma. Los sollozos rotos y estrangulados de alguien a quien no podía ver.

Cada día, antes de levantarse, Dadan rogaba en silencio, a quien sea que escuchara sus ruegos, que nada de lo poco que podía recordar de sus pesadillas, se hiciese realidad.

—————————————

Los años pasaron, las estaciones cambiaron, pero los sueños y las pesadillas nunca cesaron.

Ace creció, y con él creció su temperamento y sus ganas de aventura. Garp iba y venía a su antojo, pero venía solo.

Eso cambió cuando trajo a otro mocoso para que ella cuidara, ¡Y el cabrón ni siquiera dejó algo de dinero para los cuidados!

¡¿Acaso piensa que criar mocosos es barato?!

Bah, qué puede esperar de un idiota como Garp.

El día que llegó Luffy, fue cuando comenzó a soñar con prisiones, tortura y veneno, mucho veneno.

Soñó con balas, mandarinas y mapas.

Piedras con escrituras inentendibles y una isla en llamas.

Espadas y promesas incumplidas y por cumplir.

Medicina y árboles de cerezo.

Un hombre-robot y un barco como nunca antes visto.

Soñó con un esqueleto y aroma de la muerte, canciones nunca antes escuchadas.

Con Gyojins y vistas del mar como nunca antes visto, con esclavitud y discriminación

Comidas que ni con ayuda podría recrear, la sensación del hambre.

Historias fantásticas, invenciones y voces que gritaban "¡Es un Dios!"

Al igual que con los sueños y pesadillas normales, olvidaba la mayor parte de lo que veía y sentía dentro de esas ensoñaciones.

Lo que nunca podría olvidar, era el llanto desgarrador que siempre hacía eco en sus oídos.

"Jefe", la voz de Dogra la sacó de sus pensamientos, "No deberíamos intervenir", dijo mientras apuntaba hacia donde Luffy iba y seguía a Ace.

Dadan suspiró cansada, mientras frotaba una mano sobre su rostro. Luffy no se rendía fácilmente, ¿eh?

"No, ya lo intenté y no resultó", murmuró irritada mientras levantaba la voz. "¡Ese mocoso es igual de terco que Ace!"

"Por lo menos son solo dos, jefe", el bandido soltó un chillido cuando fue casi golpeado por un hacha.

"¡No digas una maldita palabra más!", resopló Dadan enojada, "A este paso Garp traerá otro mocoso pronto"

A la mañana del día siguiente conoció a Sabo.

¿Por qué no le sorprendía que esos mocosos adoptaran a otro mocoso sin su permiso?

"¡No necesitamos tu permiso, vieja bruja!"

Tch, maldito mocoso.

——————————

Fue solo después de la muerte de Sabo, que Dadan comenzó a soñar con un joven rubio que luchaba por un mundo mejor. Liberaba reinos, esclavos; ayudaba a todo aquel que pudiese ser ayudado.

Fue ese el momento en el que Dadan se convenció de sus sueños solo eran eso, sueños. Sabo estaba muerto y por eso no podía ser aquel joven.

Los bandidos lloraron su muerte, vio a Ace romperse y luego levantarse para ser fuerte por él y por Luffy. Uno de sus mocosos murió y dos vivieron y crecieron para ser la mejor versión de sí mismos.

El día que Sabo murió, fue el día donde Dadan lloró a puerta cerrada y en silencio. Sus sueños fueron su único consuelo.

Añoraba un mundo donde Sabo hubiese logrado convertirse en aquella versión mayor con la que soñaba. Sus mocosos pueden haber sido criados como futuros criminales, pero eran personas de buenas y de fuertes convicciones.

Su miedo, por perder a otro de ellos, creció.

La siguiente vez que lloró, fue cuando su primer mocoso se fue a buscar su lugar en el mundo. Trató de hacerle entender que no podía ser tan impulsivo.

Dadan temía que su impulsividad lo llevase a la muerte. Un puño de magma, carne quemada, llantos desconsolados.

Lloró por lo que ella creía que sería la última vez. Su último mocoso, el alegre y soñador, se marchaba para cumplir su sueño y ser ¡El rey de los piratas!, shishishishi

Quería que viviese alegre y sonriente para siempre, que nadie borrara la sonrisa en su tonta cara. Prisiones, torturas con veneno, sollozos que le parten el alma.

————————

Casi 19 años después de sus primeros sueños raros y confusos, Dadan se daría cuenta de que aquellos no eran sueños; descubrió que sus pesadillas no eran solo pesadillas. Que hay una línea delgada que separa el mundo de los sueños y la realidad.

------------------------------------------

Feliz día de la madre 💕💕


MIRAI NO MERODĪ - Watching and Listen One PieceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora