1. El Despertar (parte 1)

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Parte 1. 

Hoy finalmente Lena comenzó a despertar, es su cumpleaños número 26, al menos en esta vida. ¿Cuántas veces ha pasado ya por esto? Esta es la 6ta vez, ya van 6 vidas vividas, 6 épocas vistas y muchos cumpleaños celebrados. ¿Saben ese dicho que "la tercera vez es la vencida"? Bueno, no ha sido así y, desde esa tercera vida, ya no se despierta con la misma ilusión y entusiasmo para intentarlo de nuevo; pero no hay mucho que pueda hacer, escapar del destino es imposible. Poco a poco su consciencia va retornando, es algo que toma algo de tiempo, cada vez se demora más que vuelvan a ella todos los recuerdos de sus vidas pasadas y se combinen con la actual. En las últimas vidas ha dado gracias que esto no suceda hasta antes de los 26 años, si tuviera toda su consciencia desde el nacimiento, ciertamente le sería mucho más difícil adaptarse a cada época en la que ha vivido; así que tener unos años de experiencia y adaptación es bastante conveniente.

Mientras se organiza para salir a comer con Elyan, su mejor amigo, piensa como igual que en todas sus vidas, en esta tampoco tiene muchas personas cercanas; está segura de que inconscientemente evita que más personas se vean involucradas con ella. Y es mejor, así cuando ya no esté menos personas sufrirán por su ausencia y también menos personas estarán en peligro. A esta edad ya no cuenta con padres, aquellos que son elegidos para traerla a la vida en cada reencarnación, siempre fallecen en su adolescencia y nunca ha tenido hermanos (lo más parecido es Elyan). En el fondo siente tristeza al recordar sus padres originales y los de cada vida, siempre ha tenido padres atentos y cariñosos (quizás es una forma del universo de recompensarla) pero nunca se parece a ellos, siempre, en todas sus vidas ha conservado la misma apariencia de cuando todo esto comenzó. Lena es de estatura promedio, delgada, pero en forma, su cabello es largo y liso de color castaño claro, ojos almendrados y de una combinación de café con verde, nariz un poco grande, pero a juego con su rostro. En su época original solían considerarla alguien con belleza y aunque no es que en las demás no sea considerada "bella", usualmente recibe el comentario de que es alguien "estándar".

Como aún debe esperar a estar 100% "despierta y consciente", sigue con su vida normalmente, acelerarse y estresarse por lo que vendrá no sirve de mucho, es algo que la gente dice mucho, pero dominarse en ese sentido en realidad toma varias vidas, o al menos a ella le tomo unas cuantas. El timbre sonó así que fue a abrir, como siempre Elyan desborda alegría y euforia; es su mejor amigo y escudero y siempre ha estado con ella, literalmente. Su despertar sucede al mismo tiempo que el de Lena o más bien como consecuencia. Después de su tercera reencarnación y de nuevo haber fallado, a Lena le dio un poco de coraje y pena con él, que haya quedado involucrado en todo este asunto y no pueda tener una vida propia, ya que su destino depende directamente del de ella. Por eso en su cuarta reencarnación, ella intentó separarse de él, para darle la posibilidad de que pudiera forjarse su propio camino, pero eventualmente terminaba envuelto en el de ella nuevamente y todo terminaba de una manera más brutal y cruel, así que no volvió a intentarlo, porque como ya se estableció antes, escapar del destino es imposible.

- ¡Feliz Cumpleaños! – Gritó apenas se abrió la puerta y se abalanzó sobre Lena para darle un abrazo – Y como probablemente sea el ultimo cumpleaños que tengamos en paz, al menos en esta vida, comeremos de absolutamente todo.

- Gracias, pero no lo llevemos al extremo, recuerda que la última vez que hicimos algo así, terminaste intoxicado – le contestó ella devolviéndole el abrazo.

- Bueno, pero eso fue en otra vida y había escases, por lo que toco comer cualquier cosa – dijo soltando una carcajada.

- Esta bien, vamos yendo a ver si me contagio de todo tu entusiasmo.

A pesar de que Lena podría considerarse como alguien optimista y que nunca se rendía, también se podría decir que eso era 100% cierto quizás en sus primeras 3 vidas; las ultimas reencarnaciones si bien la habían hecho más fuerte, también le habían quitado parte de esa vitalidad; porque en cada vida el hechicero también se hacía más fuerte. Al llegar al restaurante, Elyan se encargó de pedir casi que todo el menú, pidió que decoraran el sitio y llevó una torta. Si no fuera por él, a Lena se le habría dificultado mucho más adaptarse a cada época y sobrellevar las vidas, muchas veces solían confundirlos como pareja, pero la verdad es que ella no podía verlo como algo más que un hermano mayor y él a ella como una hermana pequeña a la que debe proteger; aunque llegar a este punto fue mucho más complejo para él, al ser originalmente solo su escudero, su relación no pasaba más allá de un tono formal, no fue sino después de la segunda reencarnación que su relación hacía mucho había dejado de ser así. Elyan era el mejor escudero y protector que había en el castillo, por generaciones su familia fue la encargada de proteger a los portadores del destello para que se pudiera completar el ritual; él en palabras de su padre, era el que mejor había cumplido con ese papel hasta ese momento (y sin pensarlo hasta ahora, muchas vidas después), por eso era respetado y admirado, bueno y también porque era apuesto, todas las doncellas esperaban que terminara su misión para poder acercarse a él, ya que antes sabían era imposible. Elyan es alto y musculoso, tenía el cabello rojizo, aunque opaco, ojos redondos y de color miel que hacían juego con su cabello, una nariz puntiaguda y un rostro tan definido, que con facilidad podía distinguirse donde empezaba y terminaba cada rasgo. Y lo que más disfrutaba, era comer.

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