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Tengo un sueño recurrente ,soy una niña, sentada con mi mamá y ella canta para mi.

Siento la calidez del sol sobre mi piel y la seguridad de su brazos rodeándome. Quiero quedarme ahí, para siempre.

Y al despertar, extraño al sueño.

Desearía que el sueño fuera real pero eso es imposible porque, mi madre murió cuando yo era muy pequeña y no puedo salir al sol, para nada.

Tengo una enfermedad genética rara llamada Xerodermia picmentosa o mejor conocida como XP, que a grandes rasgos  es sensibilidad severa a la luz solar.

Si el sol tocara mi piel me daría cáncer de  piel, mi cerebro fallaría y podría morir, divertido ¿no?

Así que paso todo el tiempo en casa ,con ventanas especiales,con mi papá que es el mejor papá del mundo, por fortuna porque, en mi infancia los niños eran... como siempre son.

Flash back

—No es cierto— habló una pequeña niña rubia de apenas unos seis años de edad observando la ventana de la habitación de _______.

—Si, un vampiro— contesta la otra pequeña— y por eso tiene ventanas especiales. Descuida, no puede atacarnos de día, pero en la noche no te acerques aquí ni por error...

Ambas rieron alejándose de aquel lugar.

....

Pero no todos me tenían miedo.

—Ah, hola Millie— saludo Jack a la pequeña que toco la puerta de su hogar.

—Que le pasa a _______?

El hombre la miro con ternura y contestó con tristeza.

—Tiene algo llamada XP— suspiro— osea que la luz del sol le hace daño, así que no puede salir.

—Yo tampoco puedo estar mucho tiempo en el sol— contesto— ¿puede jugar en la noche?

—Si pero...

—Hasta la noche— interrumpió sonriendo— oh y adoro la pizza— dijo para después darle la espalda al hombre y retirarse en pequeños saltitos.

Jack la miro con ternura, suspiro y cerró la puerta de su casa.

Fin del flash back

A partir de entonces, somo mi papá, Millie y yo; hasta que un día vi a Sadie desde mi ventana, en su patineta, con eso bastó quedé completa, total y absolutamente flechada.

Aunque la veía diario a través de mi ventana, ella no tenía idea de mi existencia.

Con el tiempo ver pasar a Sadie se convirtió en parte de mi rutina, junto con citas médicas constantes, dormir durante el día y vivir de noche, lo cual, según se, es normal en los adolescentes; y tocar música cada vez que puedo.

Dentro de lo que cabe, mi vida me parece genial, pero sigo aferrandome a mis sueños, pese a lo imposible que puedan parecer.

Amor de medianoche / Sadie sink Donde viven las historias. Descúbrelo ahora