Stripper ◇ Jakehoon

ᯓ 𝐃𝐞𝐥𝐢𝐧𝐞𝐚𝐝𝐨𝐫 ❜

Si bien antes SungHoon no podía dormir bien debido a todos los problemas que vivía, en la actualidad dormía como un bebé debido al cansancio.

Le hubiera gustado que ese fuera un día normal, de serlo ahora estaría durmiendo pacíficamente embozado en su edredón bien calientito.

Pero...

En cambio, eran las dos de la madrugada y seguía viendo su techo pensando mientras en la otra almohada de su cama tenía la margarita. La miraba de vez en cuando y pensaba aún más como si intentará descifrar lo que la pequeña flor significase.

─ Ah...debes estar bromeando.

Negó muchas veces y enterrando su rostro en su almohada intentó dormir.

A Jake le dieron las cinco de la mañana, si bien se había desvelado para terminar el horario de sus alumnos había terminado con eso a las dos y ahora estaba sentado cerca de su ventana viendo como el cielo se iba aclarando.

Tenía una taza de té en sus manos creyendo que calmarían sus nervios, pero...no estaba funcionando.

Se recostó en el respaldo que era su pared y pensó.

¿En que se había metido?

Por fin dejando eso de lado, terminó con su té y se fue a dar un baño.

Llegó rápidamente a su trabajo y se quedó en la sala de profesores ayudando a decorar unas letras.

Iban a ser las ocho y se sentía molido, completamente muerto. No habían hecho nada, pero el estar pensando lo dejó totalmente ido, sentía como si su cabeza hubiera sido golpeada una y otra vez.

Al entrar en su salón lo primero que vio fue a DaeHyun bailando encima de su mesa.

Soltando un suspiro se adentró.

─ Bájate de ahí DaeHyun.

─ Estoy bailando como mi tío. ─ para ser un niño siguió moviéndose seductoramente. Jake no lo vio de esa manera, pero le parecieron extraños los movimientos.

Lo tomó por las costillas y lo dejó en el piso.

─ ¿Hablas de tu tío de siempre?

Asintió feliz.

─ ¡Quiero ser como él! Es tan genial y se viste muy bien. ─ habló emocionado.

─ ¿Enserio? ─ sonrió. ─ ¿Cómo se viste?

─ Mmm...pues, usa shorts y camisas hasta acá. ─ señalo sus costillas con normalidad.

─ Espera... ¿Hasta dónde? ─ preguntó anonado viendo al pequeño castañito.

─ ¡Ah! Y baila en esos lugares oscuros, mmm...no sé su nombre, pero, ¡Quiero bailar allí! ─ luego de dar unos brinquitos se fue feliz a molestar a sus amigos.

Confundido y preocupado por su alumno pensó en hablar luego sobre eso con sus padres o con el pequeño.

─ Bien... ─ se dirigió hacia los pequeños niños que lo veían emocionados desde sus escritorios, por ellos suspiró y cambió su semblante. ─ Está semana van a pensar en una persona a la cual admiren y quieran mucho. Harán un dibujo y quizás...no es nada seguro, pero quizás podamos invitarlos en un futuro cercano.

La bulla se hizo presente en todo el salón y él sonriendo les termino de dar las indicaciones para su tarea y el tema de ese día.

Sería un día muy largo.