Uɴ ɴᴀʀᴄᴏ ᴘᴀᴅʀᴇ / 𝐾𝑜𝑜𝑘𝑣/

Capitulo 17

Punto de vista de Jungkook, en la noche que se acosto con Taehyung.

Jungkook arreglaba unas cuentas pendientes con unos buenos y decentes hombres de negocios. El azabache era bueno negociando, era calmado y comprendía bastante bien cuando alguien no podía pagarle. Jungkook tenía buenos métodos de que le pagaran y todos eran decentes, claro, decentes en el hecho de que tiene a un hombre atado mientras le echan agua fría y le golpean a cada segundo, ni hablar del que cuelga del techo, boca abajo.

— Quiero todo mi maldito dinero Jong— Se acercó a la cara del ensangrentado. — No me des otra puta excusa. No me importa un carajo tus otros negocios, yo solo quiero mi dinero— el hombre atado parecía desesperado.

— ¡Maldito Jeon! ¡JURO POR DIOS QUE PAGARÉ— Jungkook enarcó una ceja y miró a Yoongi, quien no dudó en golpear nuevamente al hombre.

— Escúchame mierda. Traes la droga o traes el dinero, Jungkook no tiene paciencia y yo tampoco— Dijo esta vez Yoongi.— No perderemos ese dinero—.

— Por favor.. se los suplico, yo pagaré el dinero por un carajo— Comenzó a llorar.— Solo esperen que el puto de Sejin me pague mi dinero— Jungkook agarró los cabellos del hombre.— Es enserio. Le preste algo de dinero y él no a querido pagarme, si deseas la plata, dile que te la dé.

— Me jodes la paciencia— golpeó al hombre con la pistola.— ¡QUIERO MIS CINCO MILLONES! No tendré piedad de alguien como tú— Se alejo bruscamente del hombre y salió de aquel depósito, agarró su teléfono y marcó el número de su hermano quien no contestó.— Responde maldita mierda. ¡Escoria! — golpeó la pared. Jungkook se dejó caer en la pared y llegó hasta el suelo, donde descansó un poco y tras unos minutos decidió ponerse de pie para irse del lugar. Yoongi miró a Jungkook irse confundido y lo detuvo.

—¿A donde iras?— Jungkook alejo al mayor bruscamente y comenzó a caminar más rápido hasta su auto.— ¿A donde iras?— continuó caminando detrás de él.

—Iré a caminar por el maldito infierno— Se subió a la camioneta, la encendió y arrancó.

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Jungkook llegó al prostíbulo de su hermano, en cuanto entró al lugar las mujeres de servicio comenzaron a rodearlo pero este solo tenía un lugar en mente y era la oficina de su hermano. Camino hasta la oficina y abrió la puerta sin tocar, encontrándose a su hermano totalmente solo vigilando las cámaras.

— Jeon Jungkook que sorpre—- Jungkook levantó su mano para que su hermano se callara.

— Quiero mi dinero— Dijo sin más y Sejin no evito reírse para luego ponerse sobre sus pies y acercarse a su hermano mayor. — No estoy para tus juegos—.

— Te lo pagaré, tranquilo. ¿No quieres hacer algo? Debo esperar que mis hombres traigan mi dinero— Jungkook negó y se cruzó de brazos. Sejin sintió la pistola de Jungkook en su pantalón y supo que su hermano no estaba dispuesto a charlar.— ¿ Una prostituta? ¿Un prostituto ?— Jungkook volvió a negar. — Vamos, tengo chicos jóvenes—.

— No estoy de humor para eso Sejin. Quiero mi dinero— Sejin estaba nervioso de solo saber que su hermano estaba armado y el solo, sin ningún guardia cerca. — No me interesa tu mercancía, solo quiero dinero—.

— Deberias ver el menú— Trato de convencer a su hermano.— Mira, llamaré a uno de mis hombres para que se apresuren, pero no te vayas sin probar algo de mi local— Jungkook parecía pensarlo.

—-¿Qué me ofreces?— Dijo Jungkook.

— Clase A, la mejor y tengo buenos partidos para ti — Jungkook asintió lentamente.— Cumplirán tus fantasías si eso es lo que estás pensando—.

— ¿Tienes algo que no esté tan manoseado?— Sejin parecía pensar y su cara se iluminó al recordar que tenía mercancía sin usar.

— Tengo un Virgen— .

...

Me parecía cruel la idea de que un chico de vente años y Virgen se encontraba en este tipo de lugar, nunca me había detenido a pensar en lo desdichado y necesitado que debe estar alguien para meterse a trabajar en un lugar tan abusivo. Camine hasta la habitación junto a Sejin, ya este me había dicho que el chico se encontraba dentro de la habitación. Al abrir la puerta, vi a un hermoso muchacho vestido con un sobre todo trasparente y una bonita lencería roja, su pelo azul y sus facciones angelicales, trague en cuanto vi que me miró con esos ojitos llenos de terror y me sentí el ser más cruel del mundo.

La suerte de ese niño había caído en mis manos, ya que de haber sido otro monstruo, lo tomaría sin pensarlo y sin tan siquiera pensar si lo lastimara. Cuidare de él como si de una rosa se tratara y aún que pasen miles por estas habitaciones, él sabrá que el hombre tras esta máscara fue un regalo de dicha a cuidar su persona.

Aún que mi cara estuviera semi cubierta por un antifaz , seguía sintiendo que la mirada del muchacho me pedía a gritos que no hiciera nada, pero después de todo estamos en un mundo cruel y otro loco le va a querer arrebatar eso sin pena alguna.

No dude en acercarme a él y hacerlo mío de todas las maneras posibles, aún que él entendió que yo sabía que era Virgen por cómo me comporté con él, quizás se imaginó lo peor y creyó que yo acabaría con su intimidad, pero soy una persona consiente de que nadie está aquí por voluntad propia y que la necesidad te empuja a muchas cosas.

Eyacule dentro de él y salí en cuanto lo escuché gemir por haberse corrido también, lo mire y mantenía sus ojos cerrados, se dio la vuelta y mire su bonita espalda por un segundo, en todo el rato él no se atrevió a dirigirme la palabra y a lo único que se dedicó fue a " satisfacer" y gemir de cierto modo. Me puse sobre mis pies y termine de vestirme, lo mire una última vez y con todo el coraje ligado con pena dije:

— Pague por ti y realmente cumpliste pero no con todas mis expectativas, entendí el por qué. Te dejaré propina— Deje el dinero sobre la mesa de noche y salí de la habitación. Había pasado unas dos horas encerrado con el chico y aún que lo cuide sé que debe pensar que soy un monstruo sin corazón.

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Jungkook dejó su cigarro apagado en una orilla de su escritorio luego de recordar el momento exacto en el que su corazón fue robado por el chico de pelo azul con cara angelical. El azabache sonrió en cuanto recordó lo hermoso y tierno que se veía el muchacho cuando le peleaba por cosas sin sentido. Jungkook nunca había tenido una familia y con Taehyung estaba dispuesto a formarla y él sabía que no era el ser más perfecto, pero podía darle un hogar con amor incondicional a su hijo y a su amado ángel.

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