Uɴ ɴᴀʀᴄᴏ ᴘᴀᴅʀᴇ / 𝐾𝑜𝑜𝑘𝑣/

Dollar, Blood and Roses/Capitulo 1

—¡Taehyung! — La voz chillona de la mujer robusta resonó por todo el pequeño piso. El rubio se detuvo al darse cuenta de que su madre lo había atrapado. —¿Dónde carajos estabas?—

—Estaba en la escuela, mamá— La mujer soltó una carcajada, para luego acercarse a su hijo y golpearle la cabeza.

—Idiota, ¿crees que los problemas se resuelven contigo en el colegio? — El rubio se quedó en silencio. — No hay nada para comer. Si tu padre llega y no encuentra nada en la mesa, sabes lo que pasará.

—Que ese bueno para nada traiga el pan o mejor aún, tú párate a trabajar .. estás gorda de tanto comer sentada— La mujer volvió a golpearle la cabeza a su hijo.

—¡Largo! Vete y busca de comer, no regreses hasta que no sea con dinero o comida— Tae bufo y salió del departamento.

El rubio se dejó caer en el pasillo y respiró con calma para luego mirar su entorno. Era un departamento viejo de esos que suele dar el gobierno para que vivan los pobres, las paredes mugrosas, el piso viejo y deteriorado, los barandales y las rejas oxidadas, el olor a basura que salía de otros pisos, los charcos de agua provocados por las tuberías con falta de mantenimiento y sin hablar de lo peligroso que era el barrio. Taehyung comenzó a llorar y con rabia limpio sus lágrimas, se puso sobre sus pies y camino hasta las escaleras, para dirigirse al piso de abajo.

Llego a una de las puertas y se detuvo, tocó la madera e inmediatamente la puerta fue abierta, dejando a la vista a una anciana.

—¡Hola Tae! ¿Qué te trae por aquí, hijo?— Dijo la señora con una sonrisa.

—Hola señora Kim, vine a visitarla— Sonrió. — Hace tiempo que no la veía, ¿Esta usted bien? — La señora asintió.

—Estuve en el hospital por problemas de salud, ya sabes hijo— sonrió. — Mi corazón es demasiado grande para este cuerpo.

—Espero que su salud mejore pronto. La extrañé por aquí— La señora se abalanzó hacia el muchacho y lo abrazó. Taehyung respondió al abrazo.

—Ay mi querido hijo, tú también me hiciste mucha falta. Le decía todos los días a las enfermeras que tenía un pequeño ángel que me cuidaba en casa — Taehyung sonrió. —¿Estas hambriento? Te veo flacucho. Pasa, prepare pan casero y se que te gusta. — Arreglo sus anteojos. — Además llegó mi compra del mes y me enviaron el jamón que te gusta.

—Prepararé té para acompañarlo — La señora asintió, para luego dejar entrar al muchacho a su departamento.

....

—Parece que te ha encantado —Dijo la señora con una sonrisa mientras comer al rubio.

—Tenía mucha hambre— Limpio su boca con una servilleta. — Usted cocina muy sabroso.

—Sabes que siempre puedes venir a comer a mi casa, siempre estoy dispuesta a preparar cosas para ti. Ahora— Taehyung se tensó. — ¿No estás en la escuela?

Taehyung negó.

—¿Como es posible que no estes en la escuela?

—No se preocupe señora Kim, algún día iré... por ahora necesito trabajar para ganarme la vida— La mujer se sorprendió al escuchar esas palabras.

—Un niño de tu edad no tiene que trabajar... la razón por la que no he denunciado a tus padres, es por que Nancy padece de esta enfermedad que no le permite valerse por sí sola.