Capitulo II: Pacto de fidelidad

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Frente a mi, mamá. En mi mano la pokéball con Riolu dentro y en mi mente un grupo de pensamientos malos como: Estoy muerto o Castigado de por vida.

Nos quedamos mirando a los ojos uno al otro por un minuto seguido mas o menos sin hablar y ya anocheciendo, frente a mi casa.

- ¿Es una pokéball a caso?- preguntó sin expresión en su rostro.

- S-Si- Le respondí con miedo.

- ¿Y tiene un Pokémon dentro de casualidad? - Preguntó, ahora con expresión de ira.

- A-Así es...- Le contesté ya resignado a la idea de perder a Riolu.

Por un minuto conocí lo que era el miedo real, pensé en lo que podría hacerme ella... Castigarme, reprocharme o peor aún, que me quitase a mi precioso Riolu. Pero solo me dijo que entrara rápidamente y me sentara en el sillón de la sala de estar. Llamó a mi padre y ambos se pusieron frente a mi de pie.

- Plata, ¿que Pokémon tienes dentro de esa pokéball?- Preguntó mi padre relajado.

-Es un Riolu-

- Hmm... Entregamela- Ordenó papa aún con aires de relajado.

No me quedó de otra, se la entregué y el comenzó a analizarla con cuidado a pesar de ser una pokéball común y corriente. Luego de verla unos segundos me la pasó y me ordenó que saca a Riolu de ella.

- Sal, Riolu- Dije mientras la lanzaba hacia el piso.

- ¿Donde estamos?- Me preguntó Riolu mientras recorría el lugar con la mirada.

- Estamos en nuestra casa...- Le respondí aún con algo de miedo

Mis padres se quedaron con una cara extrañada, me habían escuchado hablar solo, pero preferí ignorar eso.

Todo fue calma durante unos minutos, hasta que mi madre rompió ese momento pacifico.

- ¡¡No puedo creer que nos hayas desobedecido!!- Gritó con toda su furia.

Es como su hubiera soltado 10 años de rabia reprimida en mí, en solo 3 segundos.

- No estuvo bien plata, ¿como lo obtuviste?- Preguntó mi padre que aún conservaba su calma inicial.

- ¿Acaso eso importa? Nos desobedeció y merece ser castigado. - Siguió gritando mamá, que parecía aún mas enojada que al principio.

- Hmm... relájate Lory, ven, vamos a la cocina. -Le dijo mi padre que sorprendente mente aún seguía muy relajado.

Ambos entraron a la cocina y se pusieron a discutir. Pasó una hora mas o menos y ellos seguían dentro de la cocina, mientras, yo estaba abrazado a Riolu explicándole la situación. Y después de dicho lo que debía decir, era su turno de hablar.

-Tu eres mi entrenador Plata, y no te abandonaré ¿Sabes la razón de porque tus padres mencionaron que hablabas solo?- Preguntó Riolu.

- No, en realidad, el solo hecho de que un Pokémon hable es impresionante.- Le respondí.

- Si, eso es verdad- Dijo, y le agregó unas carcajadas. -La razón por la que dijeron eso es porque solo tú puedes escucharme y entenderme.

Lo que dijo me dejó intrigado, ¿Solo yo podía entenderle?.

- ¿Y porque solo puedo entenderte yo?- Le pregunté poniendo una inmensa cara de duda.

- Verás, nuestra especie, es decir, Lucario y Riolu formamos un lazo especial con nuestro entrenador. Y solo el es capaz de escuchar nuestros pensamientos, que es la forma de demostrarnos fieles a ellos, ya que si rompemos este lazo, nos debilitaremos al punto de casi morir. Ademas somos capaces de leer el aura de laa personas y de esa forma elegimos al entrenador indicado. Tu aura es de un color gris, que representa seriedad, fidelidad y coraje. Por eso te elegí como mi entrenador.-

No sabía que Riolu era capaz de hacer eso, menos que no era el entrenador quien elegía al Pokémon, sino el Pokémon elige al entrenador correcto para ellos. No pude evitar poner una cara de incertidumbre al saber eso. Era algo completamente nuevo y misterioso para mi.

Finalmente, mis padres salieron de la cocina. Tome a Riolu y lo abracé con todas mis fuerzas, solo quería el veredicto...

-Plata... puedes conservar a Riolu, tienes nuestro permiso- Dijo mi madre con cara de resentimiento.

Una alegría enorme me invadió, ahora abracé a Riolu con mas fuerza que antes, hasta el punto en que él tuvo que apartarme un poco, lo estaba ahogando.

-Pero si vas a tener un Pokémon, que sea de la forma correcta- Añadió mi padre. -Mañana empieza tu entrenamiento-.

-¿De verdad?- Pregunté con sorpresa.

- Si, yo seré quien te enseñe todo lo basico para convertirte en un entrenador Pokémon.- Respondió papá.

Y subí a mi cuarto con Riolu entre mis brazos. Solo quería que pasara la noche para poder entrenar y convertirme en un entrenador Pokémon oficial, el sueño de toda mi infancia.

Me comencé a interesar en los Pokémon desde los 5 años cuando vi un programa de televisión que mostraba las regiones de Inglaterra y los Pokémon que habitaban en ellas. A Londres llegaron hace poco, solo 6 años van desde que comenzaron a llegar grandes grupos de Pokémon a las diferentes ciudades de este país. Y tan pronto como se vieron los primeros Pokémon en Londres aparecieron los entrenadores Pokémon. Y al año mas o menos, apareció la Elite Four (Liga Pokémon) de cuatro tipos, Hielo, Roca, Psiquico y Volador. Ese es mi objetivo, convertirme en parte de la Elite y ser conocido como entrenador en todo el mundo. Conozco muchos entrenadores prodigio a los que seguro tendré que enfrentarme para lograr esa meta.

En toda Inglaterra hay rutas con cuevas, ríos y montañas que esconden Pokémon tal vez jamas vistos. Y sin mencionar los legendarios que vienen también en grupos cada cierto tiempo como Rayquaza, Deoxys y Giratina.

Eso es solo parte de lo que tiene esta ciudad y país, espero que no sea lo único.

Continuará...

Pokemon: Una nueva aventura [Pausado Por Un ESPECIAL] ;3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora