Capitulo IV: La decisión

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Durante la noche, mientras dormía, soñé algo raro: estaba en Madrid, en la liga Pokémon Española y luchaba contra el campeón de ésta. Era una lucha interminable, ya llevábamos 1 hora de pelea intensa y a ambos nos quedaba un Pokémon, a mi me quedaba un Lucario y a él un Vict... Victreebell.

Lucario fue el primero en atacar

- ¡Puño Fuego!- Le ordené.

Golpeó con fuerza pero el Victreebell lo esquivó.

-¡Hierba Lazo!- Gritó mi contrincante.

Victreebell lanzó dos especies de lianas, con una atrapó a Lucario y con la otra comenzó a golpearlo.

Lucario ya estaba en problemas, le ordené soltarse pero la liana lo tenía sujeto muy fuertemente mientras la otra seguía dándole golpes a diestra y siniestra. Ya me veía acomplejado, recurrí a mi "arma secreta". Alcé mi mano y toqué con el dedo índice una esfera de colores que tenía incrustada en una pulsera negra en mi muñeca izquierda. De repente Lucario comenzó a envolverse en una bola con luces blancas y rosas... Pero desperté en ese instante.

Miré a mi alrededor desconcertado, como si despertara de un coma en un lugar desconocido. Finalmente me orienté y me puse a pensar en mi sueño ¿Porque estaba luchando con el campeón de la liga Madrid? ¿Y que fue ese resplandor que envolvió al Lucario? Ya después de pensar en respuestas sin mucho sentido me levanté, me vestí y bajé. No había nadie en casa, pero si una nota en la mesa que decía:

"Hijo, salimos al supermercado, tu madre no quiere ver cuando te vayas si eliges esa opción, no te preocupes, no está enojada, solo algo triste. Volveremos como a las 13:00, si no estas cuando lleguemos supondremos que te fuiste. Te amamos.

Atte: Tus padres."

Por una parte sentí que me estaban corriendo de casa o que me querían fuera, pero por otra parte sentí que me estaban dando el permiso y la confianza para poder partir a mi aventura Pokémon.

Pero aún no había tomado una decisión y se me agotaba el tiempo. Subí de nuevo a mi cuarto, saqué a Chris de su ball y lo acosté conmigo en mi cama.

-¿Qué debo hacer?- Le pregunté.

-Ciertamente es algo que no se puede tomar a la ligera- Me respondió.

-Abandonar a mis padres, mi casa, mis amigos... mi vida normal- Pensé en voz alta.

- Hmm... pues como diría cualquier persona sin una respuesta a algo así, "Haz lo que dicte tu corazón- Dijo Chris.

Nos quedamos en silencio unos 15 minutos, en cama pensando...

Hasta que finalmente me decidí. Partiría con Chris a mi lado a una aventura para convertirme en parte de la elite four... pero no antes de despedirme de mis padres.

Faltaban unas 2 horas para que llegaran, así que aproveché el tiempo y ordené una mochila con lo básico para sobrevivir algunos días en ruta. Agua, comida instantánea, una saco de dormir, una linterna y fósforos, sin contar objetos para Chris como: bayas, pociones y mantas.

Aunque parezca imposible, todo eso cupo en la mochila a excepción del saco de dormir y las mantas que preferí llevar amarradas encima de ella. Al fin llegaron mis padres. Bajé corriendo de mi pieza a saludar.

-¿Plata? ¿Sigues aquí? Acaso no quieres...-Dijo papá antes de que yo le interrumpiera.

-Claro que si quiero, vivir una gran aventura, conocer nuevos lugares y Pokémon. Pero no me iría sin antes despedirme de ustedes- Dije yo.

A mamá le saltaron algunas lágrimas y corrió a abrazarme. Papá igual se veía algo triste pero a la vez se le notaba en la cara unos aires de orgullo. Ambos se pusieron frente a mí y me desearon suerte. Me dieron 500 pokéuros cada uno para comenzar, no es mucho, pero serviría y dijeron que partiese cuando quisiera

- ¿Y por donde comenzarás?- Preguntaron casi a la par.

-Pues creo que iré a Oxford, no queda muy lejos y es por donde comienza la mayoría de los nuevos entrenadores- Les respondí.

-Hmm bien- Eso fue todo lo que dijo papá.

Mas tarde llamé a Josefia, a Barbaloa y a Nikk por el holomisor para contarles mis buenas nuevas, me felicitaron y preguntaron a donde iría. Les dije que a Oxford, de un segundo al otro se despidieron y cortaron. Me pareció raro pero no insistí en averiguar el porqué.

Una hora después de que llegaron papá y mamá me decidí a partir. Me despedí de ambos y salí de casa. Ya había comenzado mi travesía y mi objetivo seguía intacto, ¡convertirme el miembro de la Liga Pokémon!

No pasee mucho por Londres, me dirigí directo a la Ruta 1. Pasé frente a mi antigua escuela y a la que había visitado el día anterior, saludé a unos hombres con bata blanca que estaban dentro del museo de la ciudad, supongo que eran científicos o investigadores. Al fin después de unos 20 minutos caminando llegué a las puertas de la salida a la ruta. Entré a una especie de aduana que hay en todas las salidas o entradas a las ciudades. Pero en ningún momento imaginé lo que me esperaba ahí dentro...

Continuará...

Pokemon: Una nueva aventura [Pausado Por Un ESPECIAL] ;3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora