¿𝑷𝒐𝒓 𝒒𝒖𝒆́ 𝒏𝒐 𝒚𝒐?

15 2 0
                                    

𝑵𝒂𝒓𝒓𝒂𝒅𝒐𝒓

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

𝑵𝒂𝒓𝒓𝒂𝒅𝒐𝒓

Dos hermanos estaban disfrutando una buena noche en un restaurante. Los dos estaban riendo felices contando lo que les había pasado al pasar de todo el día.

- ¿Enserio le pasó eso en medio de todos? JAJAJAJA

El mayor de los dos se rompió a reír más fuerte mientras se limpiaba unas lágrimas que le salían de la risa.

- Ay... Que bueno dios mío. Venga, pidamos algo para cenar.

El mayor llamó al camarero pidiéndole que ya habían decidido.

- Dos platos de udon y un plato de takoyakis.

El mesero asintió y un rato después volvío con los platos que habían pedido los dos haitanis.

- Mañana es la pelea contra Brahman y kanto manji ¿No tienes miedo de que pase algo?

Preguntó el menor mientras empezaba a comer el plato de udon. El tenía miedo de que algo pasara y los separara.

- No mucho la verdad. ¿Y por qué la pregunta ahora?

Dijo el mayor de los haitani mirando al menor con gafas. Ran pensaba que nada malo iba a pasar en la pelea.

- Es solo que tengo miedo de que pase algo y nos separe ¿Sabes?

Ran al escuchar eso sonríe y acaricia la cabeza del menor enredandole el pelo.

- No te preocupes por eso hermanito, si pasa algo siempre volveremos a estar juntos, somos hermanos por algo.

El menor lo mira unos segundos y suelta una risa baja.

- Es cierto, siempre volveremos a estar juntos.

Después de esa pequeña conversación los dos rieron y disfrutaron lo que quedaba de la noche. Aunque esa felicidad no iba a perdurar mucho más.

𝑵𝒂𝒓𝒓𝒂 𝑹𝒊𝒏𝒅𝒐𝒖

Hoy era el día de la pelea y íbamos mal, habían algunos muertos y otros muy mal heridos.
Agarré a uno y lo tiré al suelo para romperle un brazo.

- Vi que ibas a atacar a Ran, maldito trozo mierda.

Agarré el brazo y tiré de él para escuchar como gritaba de dolor. Me reí disfrutando de los gritos de dolor. Le di varías patadas fuertes para ver qué después se demayaba.

- Tsk, vaya inútil.

Me giré para darle un puñetazo a uno que me iba a atacar.

- Atacando por la espalda, dais pena ajena.

Me reí para después levantar una pierna y darle una patada en la cara tirándolo al suelo. Mientras le daba patada vi que que otro se me iba a avalanzar encima, así que de manera rápida al bajar la pierna me tiré al suelo abriendome de piernas para ver cómo el otro caía de cara al suelo.

𝑼𝒏 𝒆𝒏𝒄𝒖𝒆𝒏𝒕𝒓𝒐 𝒔𝒊𝒏 𝒇𝒊𝒏𝒂𝒍Donde viven las historias. Descúbrelo ahora