¿Cumplirás esa promesa? || PROXIMAMENTE!

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¿Olvidó?

4 años después...

-Tsuyu, debemos terminar, esto no es lo que quiero –hablo el pelicenizo mientras estaban parados debajo de un cerezo y este desprendía pétalos

-¿Estás cortando conmigo Bakugo?

-Si Asui, eso es lo que estoy haciendo

-Pero dime, ¿hice algo mal?

-No, no hiciste nada mal, solo que no es lo que yo quiero –hablo mientras tocaba su pulsera negra consecuencia de una promesa incumplida

-Te lo estás perdiendo Katsuki, algún día te arrepentiras, te lo aseguro –hablo molesta

-Te aseguro que no –y dicho esto se alejo de aquel lugar

...

-termine con Asui –hablo durante la cena con sus padres el cenizo, una tensión en el ambiente se hizo presente

-¿No puedes por él, verdad hijo? –el padre se Katsuki dijo mientras sostenía las manos del cenizo

-Quiero hacerlo viejo, pero se que es imposible que él vuelva –solo con ellos podía desahogarse

-Estamos seguros que en un futuro ambos se reencontraran –dijo Mitsuki tratando de consolarlo

-Eso espero, algún día..., Pero, ¿Y si él ya hizo su vida? ¿Y si ya no me recuerda? -su preocupación era evidente, no quería arruinar toda la vida que él pecoso había hecho ya. Aún recuerda el día que se separaron, todo ese recuerdo era tan claro que dolía.

...

Había pasado una semana después de la confesión de sentimientos, eran aún jóvenes pero en realidad se amaban de verdad. En ese momento se encontraban en la casa de Katsuki, la señora Bakugo estaba al tanto de su relación

- Deku ¿Puedo darte un beso? -sentia su cara enrojecerse, solo el peliverde podía hacerle eso a su rostro, solo él tenía el poder de hacerlo sonrojar.

Vio a su amado pecoso también sonrojarse.

-Si -concedio su permiso, Katsuki tomo el rostro de Izuku y le dió un beso de piquito, aún no se animaban a darlo mucho más largo, solo simples y sinceros besos cargados de cariño, le dió, uno, dos, tres, estos sabían a gloria, cuando iban para el cuarto escucharon la puerta de la entrada abrirse, era la señora Inko.

-¿Que está pasando aquí? -estaba furiosa

-Hola mamá -saludo alegre su hijo

-No me digas un simple "hola mamá", dime lo que estaban haciendo -si, ella vio el beso

-Solo Kacchan me dió un beso -se acerco a su madre, fue entonces cuando recibió una cachetada

-Yo no crié a un hijo para que saliera maricon -si, eso le dolió más que la cachetada, para ese momento Katsuki se encontraba abrazando a Izuku

-Tia Inko, le pido de favor que no venga a mi casa a insultar a Izuku, el y yo nos amamos, no debería enojarse por eso -trataba de no faltarle el respeto a la señora de cabello verde

-Tu también Katsuki, pensé que eras un hombre, siempre con tu finta de chico malo, mírate, pudiste fijarte en alguna chica y no llenar de porquerías los pensamientos de mi hijo -esta vez Inko estaba gritando, lo que causó que la señora Mitsuki saliera de su cocina al oír el alboroto que se formaba en la sala