||

222 19 2
                                    

Tenía una admiradora

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Tenía una admiradora.

Le dejaba cartas de lo más cursis en su casillero, le profesaba su amor más "sincero" y a el.
No podría importarle menos, o eso aparentaba frente a sus amigos, ya que se burlaban de él constantemente, lo descubrían releyendo la carta y el ponía una excusa que sus muy idiotas amigos creían.

Pero un sentimiento de culpa aparecía cuando la veía, a la chica que desde el principio del curso había llamado su atención, un año menor, y con quién ni siquiera había cruzado palabra.

Sentía que la estaba engañando con sentirse alagado y atraído a la autora de las cartas.
Había decidido ir de lleno con la autora, dejarle una nota en su casillero donde era probable que la vería, pero no, la chica anónima había decidido rendirse en su última carta.

Antes de echar todo a la basura leyó el último párrafo con detenimiento, luego sus ojos se abrieron en par en par.

" Me conocerá, si llame su atención de buena o mala manera quiero averiguarlo por mi misma, lo espero mañana en la mañana, muy temprano, en los casilleros cuando no haya nadie aún, espero que asista, Uchiha-san.
Me gusta. "

¿Que pasaba con esta chica? ¿Se había tragado un diccionario, o algo así? Además ¿por qué tanta formalidad, ya era un viejo solo por un año?

Soltó una carcajada inconscientemente.

– ¿Que es tan divertido Sasuke-kun? – pregunto Sakura, aún lado de el, colocándose sus zapatos para irse a su hogar.

– ¿Recuerdas a la chica que me manda cartas? – la pelirrosa miro hacia arriba tomando su mentón, recordando las veces que atrapó a su amigo releyendo las cartas con un peculiar aroma.

– Claro, tu cara de idiota enamorado no va a desaparecer tan fácilmente – continuo arreglando su calzado.

– Ajá, en fin. La conoceré mañana – adoptó un rubor en sus mejillas muy sutil.

– Que alegría, tu enamoramiento estaba dando asco – se reincorporo y sin más camino a la salida.

– Cierra la boca – hablo sarcásticamente, camino detrás de ella, después de todo eran vecinos, que horror.

Ahora solo quedaría esperar hasta el día siguiente, no se tenía que cuestionar nada, esa chica era la indicada para el, sabía que no solo era un enamoramiento de preparatoria, y era vergonzoso admitir que quería que fuera así para la chica también.
Quería conocerla, quería pasar tiempo con ella, y quería abrazarla.

Se preguntaba cómo había llegado a amar a una persona que ni siquiera conocía, y se había enamorado de las cursilerías que juro nunca tolerar.

Se había fallado así mismo, pero sinceramente, le daba igual.

Se había fallado así mismo, pero sinceramente, le daba igual

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Estaba nerviosa, escribió su última carta.

Esperaba haber sido clara, repasaba mentalmente la carta mientras caminaba hacia el instituto, era muy temprano, las clases iniciaban a las 7:00am y eran las 6:25am sabía de antemano que llegaría mucho antes que el, tal vez ni siquiera iría, pero tenía una muy pequeña esperanza de que por lo menos se presentaría.

A pesar de que le dijo que sería su última carta, escribió otra, y si, nuevamente le confesaria lo que sentía, pero está vez, vería su cara de; disgusto, felicidad, repulsión, o simplemente un rostro neutro que bien conocía.

En su mente eso tenía sentido, así no insistiría más ni guardaría la inútil esperanza de su aceptación.

Nunca tuvo el coraje de acercarse, a pesar de que era un año menor, salían al mismo tiempo a su descanso, y vivían relativamente cerca, siempre espero un No del azabache.

Todos lo conocían, capitán del equipo de voleibol, un chico distante y callado, lo contrario a lo que parecía ser su mejor amigo, aún así, desde el primer día sus cabellos azabaches llamaron su atención, sus penetrantes ojos negros no dejaban que desear y aunque no le gustaba fijarse en una persona por su físico, era abismalmente guapo.

Agitó su cabeza sacando esos pensamientos al llegar a la entrada de la institución, busco a los lados, y efectivamente, aún no había llegado.
Carraspeo la garganta tratando de no desanimarse, abrió su casillero y con cuidado saco sus zapatos, se colocó estos, y guardo con los que había llegado.

Se recargo en los casilleros, con la mirada pegada en el piso, cómo si se arrepintiera de dejar la primer carta que inicio todo esto.
Ahora estaba avergonzada, sus primeras cartas decían lo guapo, talentoso y brillante que era y luego fue desglosando lo que sentía, que horror seguramente creía que era una tarada.

Miro la hora.
6:40

En 20 minutos empezarían a llegar los demás, y empezaba a perder la esperanza.

Escuchó pasos apresurados y una respiración agitada, pero no se molestó en levantar la mirada, sabía que no era el.

– ¿Hyuha? – ¿o si? mierda.

– U-U-Uchiha-san... – ¿que debía hacer ahora? Todo el valor que había acumulado en meses se habían esfumado al verlo a la cara, se veía confundido, todo mal.

Pero la pequeña risita que el soltó, hizo que pensara que se estaba burlando, y con razón, era una niña de segundo enamorada de su superior, y no era la única, claro que se iba a burlar.

– Yo... Lo siento- la interrumpió.

– Me gustas – soltó al aire con el rostro ligeramente sonrojado.

– ¿Eh? – pregunto antes de que su rostro subiera de color lentamente.

– El primer día. La ceremonia de apertura. Te vi y empecé a preguntar por ti – dio un paso adelante haciendo que ella diera uno hacia atrás – Pensé que la autora de las cartas que me volvían loco no era la misma persona, supongo que soy un poco afortunado – siguió caminando hasta que ella choco con los casilleros y el paso un brazo sobre su cabeza.

– ¡U-Usted también me gusta desde la ceremonia! – exclamó torpemente.

– Lo se – río con ternura.
Claro que lo sabía, lo había escrito en una de sus cartas, pero no creía que lo recordara. – Y sobre los honoríficos... Ya no lo hagas, no soy tan mayor, y mi novia no me va a llamar por mi apellido – abrió los ojos en par en par.

– ¿No-Novia? – volvió a sonrojarse.

– Lo dijiste en tu última carta – se la mostró ladeando su cabeza. Se maldijo por escribir esa estrofa tan vergonzosa.

"Si me llegase a aceptar, me gustaría salir con usted formalmente"

– Y que adorable forma de escribir – la molesto con una sonrisa de lado.

– E-Es porque no sabía cómo decirlo... – tapo su cara avergonzada.

– Fácil – retiro sus manos con delicadeza. – Sasuke-kun – beso su frente.

– ¡B-Bien! – asintio como si recibiese una orden. El sonrió enternecido, la atrajo hacia él y la abrazo recargando su cabeza en su hombro izquierdo, aspirando el peculiar olor de la chica, cosa que también tenían las cartas.
Lavanda.

– Me gustas, Sasuke-kun – susurro abrazándolo más relajada.

Me gustas también, Hina – está vez, beso sus labios de forma tierna y lenta, como si fuera lo más hermoso que hubiera tenido.
Y eso no se alejaba mucho de la realidad.

Ya no necesitaba leer la última carta, todo lo que quería decir ya lo había hecho, y ella, no podía estar más feliz.

"Me gusta Uchiha-san, lo siento si fue incomodo, pero no puedes huir de lo que sientes, y no quería hacerlo.
Lo amo "








































Aquí uno más, espero les haya gustado, los amo, seguiré actualizando.

– Wine fuera 💕

One shots - SasuHina Donde viven las historias. Descúbrelo ahora