triste sueño parte I

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_¿Quien eres?

_Eso es irrespetuoso niña, dijiste querer vivir ¿no? Te salvare, sin embargo -aquellos rojizos ojos observaron los suyos con una sonrisa burlesca y curiosa- seré quien te mate.

Su cuerpo ardía, apenas podía ver con uno de sus ojos y sus pies estaban rotos de tanto correr en la fría y desnuda nieve, su espalda sangraba a causa de algunas flechas y lo que cubría su cuerpo era un kimono para dormir de color blanco y rojo cual estaba medio abierto y lo único que lo mantenía en su lugar era una cinta en su vientre.

_Esto es un trato del que no puedes escapar niña, ahora intenta vivir como un demonio que fue maldita por otro.

...

_Corre, tanto como sus piernas se los permitan, incluso si gritan y juran que no sucederá nada, no les crean, nosotros les seguiremos el paso, no importa lo lejos que estén ¿entendieron?

Se escuchaban fuertes golpes cuales invadían las afueras del hogar, el corazón de los menores latía con fuerza, aquella noche celebrarían sus dulces quince años, y esa misma noche se marcharían del que por tanto tiempo fue su hogar, sin embargo aquellos golpes llamando a su puerta parecían las llamadas de la muerte, quien ya se había retrasado en encontrarlos, su hermosa madre levantaba las tablas de el suelo con manos temblorosas y una mirada perdida entre el miedo y el desconcierto.

Los hermanos se observaron llorosos pues sabían porque habían personas fuera de su casa, aquella mañana cual los llenaba de emoción por la entrada del invierno y la celebración de su nacimiento, los jóvenes decidieron ir al rio congelado mas cercano de su hogar y recolectar las ultimas hiervas dulces para te que les daría la temporada, ambos usaban kimonos combinados de color blanco y azul con diseños de esferas decorativas, fue el kimono que con tanto esfuerzo sus padres habían creado, su madre con mucho esfuerzo bordo y su padre con mucha lucha busco los materiales.

Kimonos combinados perfectos para aguantar el frio que sin embargo no perdían elegancia, ambos hermanos recolectaron las hiervas con mucha felicidad y cuidado, pues no querían que ninguna mancha o roce dañara tan amada prenda, ambos gemelos tomaron sus manos ayudándose a bajar cada piedra y cada rama.

_Mama es sorprendente, ¿no lo crees Amira? Hizo esta ropa sin que nosotros lo supiéramos. -Dijo el hermano con mejillas y nariz roja, sostenía una gran sonrisa en sus labios aunque el frio lo helara-

_Lo hizo mientas estábamos dormidos, no tengo dudas, y son hermosos -sostuvo con una voz baja y una sonrisa tímida , al igual que su hermano el frio puso rojas sus pálidas mejillas y nariz- ¿Qué regalo le daremos a mama?

_No tengo ni idea aunque podríamos hacerle un kimono, tu sabes bordar, papa y yo podríamos buscar materiales -emocionado ante la idea de darles un regalo a su madre ambos rieron con felicidad-

_Los ojos de mama son como el bosque ¿Crees que podríamos hacer un  kimono café bordando hojas y un pequeño bosque? ojos color del bosque y cabello color de la tierra, mama es hermosa, ojala fuéramos como ella -su voz apagada alerto a el que era su hermano quien la vio sonriente y abrazo-

_Tu también eres hermosa, papa y mama siempre lo dicen, tenemos el privilegio de ser muy amados por nuestros padres -su hermana hace poco con un rostro triste lo observo feliz- No necesitamos ningún otro amor, porque tenemos el nuestro y el de nuestra familia.

_A veces dices cosas muy extrañas Zora -su hermano la observo sonriente dedicándole esta la misma sonrisa- pero me alegra que seas tan alegré, me haces sentir esa alegría

La Melodía Del AlmaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora