No puedo respirar.
A pesar de que lo intento, es como si mis pulmones se negaran a colaborar. La presión en mi pecho había desaparecido pero eso no me había ayudado, más parecía que solo había empeorado la situación.
La falta de aire adormecía mis sentidos. Mi cerebro apenas podía darse cuenta de lo que pasaba a mi alrededor. Los gritos, las explosiones, todo parecía haber desaparecido. Solo existía yo y mi afán por intentar respirar. Por vivir otro minuto más.
Por qué tenía que vivir. Tenía millones de razones por las cuales debía mantenerme en este mundo. Debía ayudar a Shirohige a ser el Rey de los Piratas, debía ver como Luffy se convertía en un poderoso pirata, debía hacer tantas cosas...
Mi cuerpo se desplomó del todo sobre otro más pequeño y tuve que aceptar que mi tiempo se acababa. No sobreviviría por mucho que lo intentará. Estaba en mi límite y podía sentir a la sombra de la muerte cerniéndose sobre mi. Pero no podía irme así, aun tenía muchas cosas por decir. Aun tenía...
— Ya no... puedo alzar la voz para que me oigan todos... — el sabor metálico de la sangre inundaba mi boca, ¿cuantos órganos habría dañado aquel bastardo al atravesarme? — Por favor, ¿podrías transmitirles lo que voy a decir?
>> Padre. Amigos. Y a ti, Luffy... Pese a ser, un bueno para nada... Pese a llevar la sangre de un demonio por mis venas... Me han querido...
Me juré que nunca me arrepentiría de la vida que había decidido llevar. Que cuando llegara mi final, no lloraría, por que habría vivido exactamente como había querido. Pero las lágrimas, traicioneras, se escapaban de mis ojos sin que pudiera hacer nada para impedirlo.
Un minuto más. Era todo lo que necesitaba para poder despedirme de todos como debía. Para decirle a Luffy lo que necesitaba para poder partir en paz.
— ¡Gracias!
Mis ojos empezaban a ver borroso, y a mis pulmones no llegaba suficiente aire. Siempre me había imaginado que morir era como quedarse dormido, pero de una manera mucho más fácil. Al parecer, había tenido razón.
— ¡Ace!
Sonreí. Esa voz... no debería estar aquí, en este infierno. Ella debería haberse quedado fuera de todo esto, a salvo en una isla del East Blue. Nunca debería haberse visto implicada en esto.
Un escalofrío y mi cuerpo dejó de responderme. Ya no podía sentir absolutamente nada. Ni el ardor, ni la falta de aire, ni el sabor de la sangre...
— Abuelo...
— ¿Si?
— ¿Tu crees que yo debería haber nacido?
— Pues veras... Solo puedes averiguarlo, viviendo.
Creo que averigüe la respuesta a mi pregunta, abuelo. Yo tenía que nacer para ser pirata, para dejar mi huella en este mundo. Nací para ser amado por una mujer poderosa y terca. Nací para este momento.
Para poder morir, salvando la vida de mi hermano.
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Requiem (One Piece)
FanfictionPor que hasta los piratas, tienen a alguien que los ama. Two-Shot de One Piece. Historia registrada en Safe Creative.