Desesperante Exiliacion

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Soñaba un mundo, un mundo lleno de cosas extrañas, con gente extraña en un ambiente extraño, era un mundo subnormal, nunca antes visto o habitado por alguien, era algo impresionante, tan hermoso como la aurora y tan terrorífico como cualquier atardecer. Nunca había estado allí, o eso imaginé, nunca había sentido tanta paz y tanta injusticia al mismo tiempo; era algo increíble, no podía imaginar que estaba haciendo allí; ¿estaba sola? ¿que secretos ocultaba tan hermosa majestuosidad?. No sabia que hacer, si estaba allí por una razones o por casualidad. Sentía que algo me acompañaba, pero nadie estaba allí, estaba sola en un hermoso lugar, ¿esto se iba a terminar? podría quedarme allí toda mi vida, a pesar de todo lo extraño y anormal que pareciera, tan hermoso e increíble, me sentía como si antes hubiese estado allí, como si tuve un vida allí, me sentía en casa, acompañada de los fantasmas que una vez estuvieron allí, no era una casualidad porque las casualidades no existen. 

En ese momento sentí una ansiedad, me senté debajo de un árbol y empecé a admirar el hermoso lugar, pero mi ansiedad seguía, yo tendría que irme salir de ahí y avanzar, necesitaba compañía. Empecé a imaginarme con personas a mi alrededor, personas que me amaban, ver un poco mas allá del hermoso paisaje , encontrar que hacer, sentía que debía hacer algo ¿para salvar mi vida ?, en realidad deseaba quedarme en ese lugar y tal vez simplemente morir sin dolor. 

Tenia que irme, una voz me llamaba, ¿era mi conciencia?, se escuchaba muy real, no sabia que o quien era, pero no tenia absoluta compañía, así que quería acercarme a ella. Cada vez su voz se hacia mas fuerte e impactaba mas en mi, ¿podría esto causarme cambio alguno?, simplemente no creía en ello, ¡es difícil cambiar!. Podría decir que me hice amiga de la voz que tocaba mi mente, era algo hermoso y cada vez me sentía mas cómoda en ese lugar. 

¿¡Que pasa!?, las flores empezaron hablarme y cantarme una melodía tan perfecta que hacia llegar al paraíso con tan solo escucharla, el paraíso donde yo estaba, era tal como escuchar un ángel entonándose a mi oído. 

-Espero esto nunca termine, pensé. 

Había olvidado mi pasado, creo que era eso lo que quería, empezar de nuevo, no recordaba gran parte de lo que me había sucedido, solo pequeñas imágenes de pequeños momentos, pero no era mucho lo que recordaba. Llegue a pensar que en ese maravilloso lugar no corría el tiempo, no sabia nada de ese tiempo, y aun mas erróneo fue mi pensar que el tiempo era eterno. Supe que el día terminaba porque empezaba a atardecer, en ese momento comencé a preocuparme, ya no sentía la misma paz y la misma calma, por el contrario, sentía frió y sentía que algo me observaba. Todo se volvió oscuro, y el paisaje perdió su belleza y me atormentaba una intensa angustia, no era yo, yo no estaba ahí; veía sombras, cerraba mis ojos y veía una figura ¡que rayos! ¿es un esqueleto? ¿es un fantasma?

-Ellos no existen, pensé. Consumida estaba siendo 

-¿Es un demonio?. No era yo, algo estaba controlándome, estaba cerrada y no podía salir 

-Ya había visto esta figura en uno de mis sueños, recordé. Yo estaba ahí, yo estaba viéndolo, estaba matándolo, yo lo conocí. Era la misma figura que lo mataba anteriormente, tenia el mismo mechón amarillo y llevaba la misma toga negra con una capucha hasta la cabeza, y su nombre me lo decía con una voz, una voz tan atractiva pero espeluznante, solo decía Sarah. Pude ver sus ojos, quería gritar, pero nadie me escuchaba, este es mi sueño el cual se repetía una vez mas. ¿por que recordé esto?, solo quería que todo terminara, dormiré y luego a despertar, para entonces ya todo habrá desaparecido.

SARAHDonde viven las historias. Descúbrelo ahora