MUJERES PÍCARAS - Tommy shelby

Capítulo 2

Tommy ayudó a Kate a quitarse el abrigo de piel al entrar en la suite del hotel. El lujo de la habitación ornamentada no era nuevo para ella. Había pasado mucho tiempo en lujosas habitaciones mimadas por comida cara, vinos finos y algodón egipcio. Los adornos negros, blancos y dorados del estilo Art Deco le eran familiares. Estaba acostumbrada a la luz de los candelabros brillantes y a pasar por su reflejo en las muchas superficies espejadas.

Aunque la costosa decoración no era ningún consuelo para Kate. No cuando tenía que fingir afecto y amor. De hecho, el ambiente de los hoteles había comenzado a darle náuseas. Sabía lo que le esperaba.

Pero aún no estaba del todo claro si esas eran las mismas intenciones de Tommy. Él había expresado interés en lo que ella sabía, pero no en sus servicios. Aun así, era un hombre. Un hombre que se había acostumbrado a las cosas buenas de la vida y que sin duda incluía cortesanas caras.

Kate se había quitado el traje de escenario antes de partir con Tommy. Ella se fue con el pretexto de que él era un cliente caro que quería llevarla a un lugar un poco más íntimo. Para completar la apariencia, se fue con un seductor vestido color de jade. Aquel de seda que dejaba poco a la imaginación y tenía una espalda abierta de escándalo.

Tommy se dio cuenta de esto muy rápidamente mientras caminaba hacia el sofá. La seda se movía con cada movimiento, aferrándose a su cuerpo y revelando la curva de sus caderas. Se aclaró la garganta y colgó su abrigo en el perchero junto a la puerta. Tuvo cuidado de mantener su apariencia de negocios dejando todo puesto excepto su abrigo. Esta no era una situación con la que sentirse cómodo. Todavía sabía muy poco sobre esta mujer.

"¿Bebes?" preguntó Tommy mientras se dirigía al carrito de licores junto a los grandes ventanales. Miró las luces de París que todavía brillaban en la noche.

"¿Tienes vino?" Kate se acomodó en el lujoso sofá, agradecida de no tener el tobillo dolorido. Se agachó para quitarse los tacones e inspeccionar el área. Por suerte no parecía haber mucha hinchazón.

"Merlot". Respondió después de inspeccionar la botella de vino solitaria entre el licor.

Ella hizo una mueca. "Prefiero Chardonnay".

"No me gusta especialmente el rojo. solo deme ginebra."

Tommy le sirvió un vaso de ginebra y whisky. Se acercó con los vasos y los dejó sobre la mesa junto al sofá. Tomó asiento frente a ella para que pudieran hablar.

"¿Tiene a alguien en Inglaterra, Sr. Shelby?" Kate le preguntó. Parecía insondable que un hombre guapo y rico como él no estuviera casado. Pero tal vez simplemente se había quitado el anillo de bodas mientras estaba en el Moulin Rouge. Algunos hombres hacían eso, a otros no pareció importarles y los dejaron puestos. Kate no estaba segura de cuál era el peor pecado.

La mente de Tommy se dirigió a la camarera rubia que dejó en Birmingham. Grace había captado su atención, pero hacía mucho que no se permitía sucumbir al amor. No había abierto su corazón desde que perdió a Greta. Pero se estaba acercando peligrosamente a ese territorio con Grace. "No estoy casado."

"Mmm". Kate no comentó su respuesta. Pero la llevó a creer que había alguien. Cualquiera podía adivinar por qué lo mantenía en secreto.

"Dime lo que sabes sobre los americanos". Tommy redirigió la conversación.

Tomó un sorbo de ginebra e hizo una mueca ante el sabor. "No entiendo por qué a los europeos les gusta su ginebra tan amarga".

Cruzó los brazos sobre su pecho y la miró fijamente. Por un momento, dudó de su decisión de traerla de regreso al hotel. Ella podría haber estado leyendo sus reacciones y diciéndole lo que quería saber. ¿Podría ser todo esto una artimaña para sacarle algo? ¿Chantaje? Tal vez ella quería un viaje gratis a Inglaterra o incluso de regreso a Estados Unidos. ¿Y si ella no sabía nada?