Una Bruja De Verdad

|Capitulo 1|Un gran secreto

Hola mi nombre es  Lilith y soy...

No, no, no, no, no voy a empezar con esas mierdas como hace todo el mundo, esta es mi historia y voy a empezarla como quiero.

Iba en el coche con mamá, ella estaba cantando "T.N.T" una de mis canciones favoritas, asi que me uní a ella, las risas surgieron  de inmediato, siempre nos habíamos llevado bien, estábamos de camino a nuestra nueva casa en Toronto y estaba extasiada por decorar mi habitación.

Y bien? -dijo mamá con una sonrisa en su rostro-

Y bien que? -le conteste-

Estas emocionada por este cambio?

Claro que si, irme de ese lugar es lo mejor que hemos podido hacer! -exclame, no me arrepentía de nada, aquel instituto era horrible-

Me alegro de que estés tan feliz, este será un gran cambio, y ya sabes que como hoy es tu cumpleños por fin podrás obtener el regalo de papa. -me miró por un leve momento para volver a poner su vista en la carretera-

Papa había muerto hace 10 años, asi que no sabía mucho sobre el pero me dejó un regalo para mi decimosexto cumpleaños que ni yo ni mamá sabíamos que era.

Un rato más tarde llegamos a casa eran las 10 de la noche y estábamos agotadas.

Que tal si pedimos comida china y mañana desempaquetamos todo? -dijo ella dejando las últimas cajas en el salón

Me parece bien mamá aunque yo si quiero desempaquetar lo mio, seré rápida, mientras llega la comida. -Le conteste-

 de acuerdo cariño  -me contestó ella pidiendo la comida-

Subí a mi habitación y me puse a colocar todo, estaba ansiosa por hacerlo y no podía esperar a mañana.

Me había encantado mi habitación, era totalmente mi estilo y me hacía recordar a mi padre el tener tantas plantas, el las adoraba.

Baje y la comida había llegado, después de comer ella tomó un pastel y me hizo soplar la velas, reímos un poco y me dio el regalo de papá, una caja de madera tallada a mano, con un símbolo que desconocía, cerrada con llave, derrepente pensé en la llave de mi cuello, la tenía desde que tenía 6 años papa me la había dado antes de morir, al abrirla vi lo que menos esperaba, era su pluma dorada, esa pluma que siempre llevaba encima y que tantas veces me había prometido darme, yo estaba completamente emocionada pero mamá no parecía tan contenta, más bien parecía furiosa.

Lilith dame eso. -dijo con enojo-

Que? Porque?

Lilith solo dámelo! -grito mirándome como si fuera un toro que esta viendo rojo-

Corri a mi habitación antes que me arrebatara nada de las manos, ella golpeo mi puerta pero yo la había cerrado.

Lilith abre! Abre la puerta!

No conteste, mire detenidamente la caja y en ella había una nota que decia: "Mi querida Lilith, si estas leyendo esto significa que ya tienes 16 años, mi pequeña princesa, seguramente no sabrás que tiene de especial esta pluma pero debo contarte que tu eres una bruja, se que nunca te habia hablado de esto pero tu padre era un brujo, si estas leyendo esto tambien significa que me han asesinado, pero por favor no te sientas mal, te pido que vayas a la academia a la que fue tu padre, por favor querida hazme caso  y toma la pluma diciendo en alto: Glimmsum staker"

Glimmsum staker? -dije en voz alta sin siquiera dame cuenta de que ya tenía la pluma en la mano, de pronto un fuego azul me rodeo, grite del susto y de pronto ya no estaba en mi habitación, los golpes de mamá no se escuchaban y delante de mí había un cuadro, parecia de un hombre de 40 años de la epoca de la revolución francesa, este parecía mirarme y de repente, HABLO?!

Querida estas bien? -me dijo el cuadro con intriga y preocupación-

S,si estoy bien, pe-pero como es que tu, puedes hablar? -conteste algo asustada-

Simplemente puedo hacerlo, que haces por aquí, nunca te había visto por estos lares-

Bueno yo tampoco sé bien como llegué aqui-

Mandor, deja a la pequeña niña! -dijo un hombre que caminaba hacia mi, su pelo era castaño y tenía algo de barba junto a unas gafas y  vestía un traje negro.

Silencio Jason, la niña está perdida y parece... asustada -le contesto el cuadro, mi respiración se agitaba sin parar, no entendía para nada la situación y de un momento a otro me había desmayado-