Me gustas

II

Al día siguiente Yotasuke se levantó cansado, creo que jamás se había sentido así. Aun así, sentía una calidez creciente en su pecho,

una pequeña sonrisa se escapaba y no entendía el por qué, en ese momento al preguntar eso lo recordó, recordó lo que dijo antes de caer en la inconsciencia

-Yaguchi-san... me gusta? -entre un susurro casi inaudible se lo pregunto, aunque él sabía perfectamente la respuesta no lo admitiría tan fácil.

"No" "No" "No" "No" "No" "No" "No" "No" "No" "No" "No" "No" "No" "No" "No" "No".

su mente lo obligaba a pensar, no quería creerlo, no podía siquiera pensar eso, eso... eso era inadmisible para muchas personas, que te guste alguien de tu mismo género/sexo, mucho más para él, en Japón? ¿un país conservador?  claro que no, en serio no.

Quería llorar, pero ya había actuado como un débil durante demasiado tiempo últimamente, no podía permitirse seguir así, más cuando tiene que salir ya de su habitación, comer e ir a la escuela.

Pero, aunque podía retener su llanto, todo daba vueltas a su alrededor, le dolía la cabeza y simplemente las lágrimas atrapadas en sus ojos azules hacían que estos mismo empezaran a arder y así de pasar de estar lleno de arte ahora estaba lleno de confusión y angustia, no quería esos sentimientos, no necesitaba más problemas, no ahora.

Comió, se vistió y arregló, tomó sus cosas tomando una gran bocanada de aire y corrió hacia la universidad, ya era tarde, muyyy tarde. El haberse dado cuenta de sus sentimientos por Yatora lo bloqueo por un momento, en serio no podía ser peor, pero no era momento de pensar en eso, tenía que empezar a dibujar, tenía que empezar a pintar y necesitaba desechar sus sentimientos a como dé lugar, de verdad... aunque no lo mostrara, aunque esos sentimientos lo hacen un poco feliz su miedo es más fuerte, su miedo a su madre es más fuerte.

Siempre vivió con su madre y la conoce lo suficiente para saber que, aunque quien le gustara fuese una chica…. Su madre jamás permitiría que ese enamoramiento llegara más que a eso… un enamoramiento unilateral. Ahora, como mierda reaccionaria si fuese un hombre, de solo pensar que ella se enterase de sus sentimientos le revolvió el estómago.

Con sus ojos bien abiertos, intentando sostenerse contra lo que fuera y sus manos cubriendo sus bocas intentando aplacar esas grandes de expulsar su desayuno, en esa posición solo pensaba “Ella jamás, JAMAS se va a enterar, no lo permitiré”.

-Perdón, me re tarde en actualizar, pero al fin lo hice!