𝐴𝑛𝑡𝑖𝑁𝑎𝑡𝑢𝑟𝑎𝑙 [𝚁𝚎𝚋𝚘𝚛𝚗𝙿𝚕𝚊𝚢] || Two-Short || +18

[𝐴𝑛𝑡𝑖-𝑁𝑎𝑡𝑢𝑟𝑎𝑙 part.2]

Removió su cuerpo con dificultad, un quejido doloroso salió de sus labios, sintió la suave tela sobre su piel desnuda. Abrió un poco sus ojos cansados, viendo su alrededor.
Acomodo más su cabeza en aquella suave almohada, pareciera que no había dormido en días.

Quiso voltearse para acomodarse pero una punzada en su parte baja lo hizo detenerse.

— Agh, ¿Que cojones? — Musito levantando la sábana para ver qué era lo que le dolía.
Pero el sonido de su teléfono capto su atención, rápidamente lo busco con la mirada, encontrando lo fácilmente.

En una mesita de noche al lado de aquella cama, rápidamente tomo el aparato entre sus manos viendo los mensajes en la pantalla inicial.

>Biyin❤️: ¡Auron!
>¿¡Dónde estás!?
>Los diseñadores te están esperando para hacer tu traje.

>¡Auron!

Paso saliva al leerlos, dándose cuenta también que tenía cinco llamadas perdidas de su prometida.
Sumido por la preocupación se levantó rápidamente para poder irse, pero sus planes se fueron a tomar por culo cuando sus piernas flaquearon y lo hicieron caer dándose un duro golpe.

— ¡Mierda! — maldijo sobando su frente, miro su brazo extrañado al ver marcas rojas y mordidas —. ¿Que cojones?

Empezó a inspeccionar todo su cuerpo el cual estaba lleno de mordidas que aún se notaban algo rojas, fácilmente podría decirse que lo había atacado uno perro pero había cierto lugares demasiado precisos.
Por ejemplos sus pectorales, había mordidas que rodeaban sus pezones.

Llevo su mano a su frente ante un repentino mareo y dolor de cabeza, seguramente ayer se había pasado de copas.
Se apoyo con la cama para poder levantarse.

Escucho como la puerta se abría, dejando entrar a una silueta conocida.

— ¡Reborn! — exclamó con una sonrisa al ver a su amigo ahí, seguramente el sabía lo que le había pasado.
El de escencia a café era la persona más cuerda que conocía.

— Ya despertaste —. Dijo con una sonrisa.

— ¡¿Que paso ayer!?, Estoy hecho mierda macho, me duele la cintura, ¿A caso me golpeé? — se quejo apoyando su cuerpo en la cama, evitando sentarse.

— Oh, ¿No lo recuerdas?

— ¿Que cosa?

Ambos se quedaron en silencio mirándose a los ojos, el castaño paso saliva esperando que no fuera nada grave y tratando de adivinar que era lo tontería ya había hecho.

— Normal que no te acuerdes —. Dejo un vaso en la mesita junto a una pastilla —. Para la cruda.

— Oh gracias —. Dijo agarrando el vaso para tomarse la pastilla.