Fuinjutsu

281 19 4
                                    

La última clase del día acababa de terminar solo otra monótona charla sin sentido de Iruka, charla que también marcaba el fin de la semana saliendo todos los niños corriendo desenfrenados por empezar el fin de semana. Naruto, en cambio, espero a que todos los niños terminarán de salir del aula antes de acercarse a su sensei. Tenía algo que preguntarle y no quería esperar al lunes para hacerlo

Ando lento, pero firme no queriendo pillar desprevenido a su sensei. Reconoció cuando Iruka lo miró con miedo y como dejo todo lo que estaba haciendo para atenderle al pararse a su lado

- ¿N-Necesitas algo Naruto? -Preguntó, tropezando en sus palabras por el miedo

El rubio asintió- Quiero aprender más sellos ¿Sabes donde puedo hacerlo? -Naruto había tenido en su lista por un tiempo el aprender sobre sellos tras ver que útil era el que utilizó para conservar la carne

Iruka se rascó la cabeza mientras pensaba- No pensaba que te interesara el fuinjutsu, es un arte bastante complicado y no hay muchos maestros que te puedan ayudar-No le quería decir que podía comprar sellos en la tienda, no se quería imaginar a Naruto con un sello explosivo en su arsenal

- Pero tal vez puedas ver algo en la biblioteca -continuó Iruka- Puede que allí encuentres algún manuscrito que te enseñe lo básico

Que el supiese, los únicos sellos que podías aprender a realizar en los manuscritos de la biblioteca eran los de sellado y los explosivos, siendo prácticamente los únicos que buscaban los ninjas. Pero la cosa es que se encontraban en la zona de únicamente acceso a ninjas registrados de Konoha, al Naruto ser un estudiante no le deberían permitir el paso a esa sección.

O al menos esperaba que no se lo permitieran. Esperaba no tener que tratar con Naruto y explosiones hasta dentro de unos años cuando se convierta en ninja.

El chico asintió- ¿Conoce a algún maestro de sellos? -Puede que Iruka dijese que no había muchos maestros, pero no dijo que no hubiera.

- El sannin Jiraiya es un maestro de sellos y también lo era el cuarto Hokage, aunque a él por razones obvias no le puedes pedir consejo

- ¿Tienes un plan? -La voz habló

Naruto solo sonrió a lo mencionado, Iruka no sabía el porqué, pero no le gusto ver esa sonrisa en su cara.

- Claro que una persona tan fantástica como tú tendría un plan

Naruto se despidió de su sensei antes de salir de la academia en dirección a la biblioteca. Empezaría viendo que le ofrecía ese lugar.

La biblioteca era un sitio en el que nunca antes había entrado, excepto cuando robó el libro de recetas. Pero eso no contaba. La biblioteca era un edificio viejo, pero reformado múltiples veces durante el paso del tiempo, ampliando el lugar y preparando el espacio para toda la información ninja que se iba descubriendo. Ahora mismo el sitio tenía cuatro pisos de altura, uno de los edificios más altos de toda Konoha.

Al entrar, Naruto fue recibido por las miradas de sorpresa de los clientes y trabajadores, una mirada que pasó rápidamente a ser de miedo. Sin detenerse mucho Naruto se dirigió a la mujer que se encontraba en la recepción

- B-buenos días -Empezó, tartamudeando por el miedo- ¿E-en que le podemos ayudar?

Naruto admiro la determinación de la mujer por hacer su trabajo. Podía ver como el resto de trabajadores empezaban a correr a esconderse tras estanterías junto a algunos lectores que no querían ser vistos. Aunque no fueron muy buenos en eso.

- Libros de Fuinjutsu -La respuesta de Naruto fue rápida y concisa, no quería pasar mucho tiempo allí.

Rápidamente, la mujer se puso a teclear en su ordenador. Era uno básico, solo tenía integrado la lista de libros que poseía la biblioteca y los que podían pedir de otros lugares.

El caníbalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora