uno

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ADAPTARSE


El tiempo pasa rápido cuando más lo disfrutas. ¿No es injusto? Que los momentos bellos, que llenan de serotonina nuestros cuerpos tenga que acabar.

Lo malo del ser humano es que no los identifican. Momentos nada especiales para atesorar, solo uno más.

Anya sonreía y actuaba carismática ante la vida. No sentía tristeza, más bien estaba vacía y con una sola misión.

Sobrevivir a la preparatoria Edén.

El lugar que más estrés le causo en su infancia.

Ya frente a sus puertas, con dos maletas hechas y sus papeles dentro de una cartera colgada en su hombro, acababa de darse cuenta de lo que estaba haciendo. ¿Era esto una buena idea? Claro que sí, su futuro lo apreciaría.

Su salud mental... tal vez no.

Espero con paciencia al encargado de recibir su llegada a pesar de que sus piernas intentaban correr en dirección contraria. Su familia, esta vez ya no estaba con ella. Estaba sola y consiente de que su nombre estaba manchado ante muchas personas dentro de ese instituto.

Era como volver a la boca del lobo y le resultaba inevitable. Su futuro dependía de aquello, la posibilidad de poder volver a verlos dependía de que ella terminase con honores en deportes, para restaurar su nombre.

Dar la imagen de una alumna dedicada, justo antes, de iniciarse en la misma agencia que Loid. 

Loid... 

Ni siquiera sabía su nombre real.

–Señorita Parvana ¿Me equivoco? –Hablo un profesor joven, tanto, que se notaba que probablemente era su primer año enseñando.

–Anya Parvana, mucho gusto. –Saludo con una sonrisa.

Estaba disociando tanto que, a pesar de no haber apartado la mirada de enfrente, hasta que el hombre le hablo, su presencia había sido ignorada por su mente.

Todos los que la rodeaban habían sido ignorados y el ruido de maletas, charlas, pasos y autos llegando saturaron de nuevo sus oídos.

–Acompáñeme por favor.

Era una alumna más de dieciséis cursando el penúltimo año. Un año menos que sus anteriores compañeros. Becada y admitida por recomendación para fortalecer el área deportiva de Edén, en donde ahora ella sería parte de las estrellas.

Llamaría la atención y la idea le disgustaba, pero necesitaba terminar la preparatoria allí antes de irse. Solo esperaba no llevarse mal con sus compañeros.


. . . .


Ansiosa, se despertó primero, preparo su uniforme y sus cosas para el día, desayuno casi sola por la hora y corrió al salón de actos en donde se sentó casi al final a esperar que el evento de ingreso comenzara.

Suspiro lento, jugando con los dos anillos colgados a una cadena en su cuello. Era temprano, pero ya había padres sentados con sus hijos igual de ansiosos.

Omitió transparentar sus mentes, puesto que no había nada que necesitase saber, solo admiro las vestimentas y comportamientos estrictos de los padres que se esforzaban por mostrar una buena imagen.

Algunos también la miraban. Todos allí se inspeccionaban.

Sentada sola, elegantemente y con uniforme intacto. Dedicada, fue el primer pensamiento de algunos padres ante el fino rostro de sonrisa suave de Anya.

Prejuicios | Anya y DamiánDonde viven las historias. Descúbrelo ahora