La noche en el pequeño restaurante de Las Nevadas estaba siendo tranquila, con pocos clientes y varios de ellos reconocibles al ser frecuentes allí, incluso de algunos ya sabía aspectos de su vida que ni se molestaban en reservar; por supuesto, alguien sociable como él no podía decir que no a una pequeña charla en horario laboral.
Limpió el último vaso cervecero dejándolo a un lado para luego apoyar su codo en el mostrador y recargando así su cuerpo en la palma de su mano, mientras que con la otra sujetaba el pedazo de tela que había usado anteriormente, haciendo que sus dedos jueguen con ella nerviosamente. Casi nunca le ocurría pero justamente sentía en su garganta un nudo desde la mañana, que atribuía a un mal presentimiento.
Así, repasando todos los eventos sucedidos hasta ahora, todavía ninguno parecía ser la causa pues no ha habido nunca algo fuera de lo normal, algo preocupante, por así decirlo. Le volvía casi loco el no saber qué ocurría, el porqué de su malestar. Por lo que se encontraba refugiado en pilas y pilas de platos sucios para aplacar los pensamientos que retrasaban su ritmo de trabajo.
Cling, cling.
Quackity miró con rapidez hacia la puerta, frunciendo su ceño al encontrarse con un señor de cabello castaño y rizado; alto; de buen porte y vestido con un traje que era cubierto por un saco envuelto en felpa; pudo reconocer. Ocultó su sonrisa desviando su rostro hacia otro lado, no por nada, pero ver una cara nueva en el local siempre era agradable, uno se cansa siempre de lidiar con las mismas tres ancianas de siempre que le repetían cosas una y otra vez.
Dejando aquello de lado, se recompuso para recibir correctamente al potencial nuevo cliente frecuente, dejando el trapo a un lado y poniendo una de sus mejores sonrisas, esa que transmitía buenas vibras a todos los que la vieran. Quedaron frente a frente, pupilas uniéndose junto a, de su parte, una respiración escasa en consecuencia, quedando en trance y dejándose consumir por el mal presentimiento que crecía cada vez más al punto de embriagar su mente.
"¡Bu-Buenas, bienvenido al único y mejor restaurante de Las Nevadas, en donde tenemos un espléndido menú lleno de delicias para su paladar!" ignorando la forma en la que su voz se quebró, recitó el mismo verso que siempre sin dificultad alguna. Tomó de debajo del mostrador la carta con las comidas en ella, extendiendo esta hacia el otro, que lo miraba con curiosidad.
Aquél joven no hizo más que inclinarse hacia él para quedar más cerca, murmurando sus palabras de una manera que hizo al pelinegro removerse incómodo en su lugar "¿Cuál es el mejor platillo que tienen?" Quackity no sabía explicarlo, pero el tono de voz utilizado parecía fuera de lugar, sospechaba que estaban flirteando con él, por más cómico que suene en su cabeza, el guiño extra no ayudaba en mucho tampoco.
Sin embargo, podría ser su mente que le estaba jugando una mala broma fruto de su cansancio. "Bueno, tenemos pollo relleno acompañado de una ensalada y un delicioso vino totalmente artesanal, hecho con las mejores uvas de la zona; al ser su primera vez aquí en el restaurante, le tenemos garantizado un descuento exclusivo en su primera comida." Él solamente estaba intentando hacer su trabajo, entonces ¿Por qué el tipo lo veía como con... Antojo? Mierda, quizás y realmente el pollo relleno fue una buena elección (no sabe cuál es el mejor plato realmente, escogió al azar).
"Perfecto, sí" el cliente se alejó sonriente para luego preguntar "¿Lo traerás tú?" a lo cual asintió tragando pesado, "Bien, te espero entonces, lindo..." Y se fué a sentar en una de las tantas mesas desocupadas, no sin antes volver a guiñar, dejando a Quackity momentáneamente desorientado (y recuperando el aire), quien de inmediato partió a hacer el pedido.
"Hey Q ¿Te encuentras bien?" escuchó decir a uno de los trabajadores, Foolish, quien le miraba preocupado, él simplemente asintió alzando sus hombros, la conversación acabó allí. La verdad, es que estaba ganando tiempo, procrastinando, en otras palabras, la tarea de llevar el pedido hacia aquél hombre. Miró hacia el platillo, miró hacia el castaño, sus ojos volvieron a encontrarse brevemente, pues le había asustado un poco.
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The Demon's Bride ◆ quackbur
Fanfiction¿Cómo pasó de ser un camarero a literal comprometerse con un demonio? cualquiera diría que se fumó algo, pero no, él hablaba en serio. Y tremendo demonio que se encontró. ◆ Wilbur x Quackity, MCYT ◆ Fantasía, slowburn, romcom ◆ Capítulos medio-l...