¿Aceptas?

43 9 24
                                    

➹ 1 ➷

1984.

La guerra había terminado hace cinco años, la felicidad posguerra aún se sentía en el ambiente, los habitantes de Corea trabajaban muy duro para salir adelante y construir un mejor futuro, la esperanza de una mejor vida era lo que los mantenía en pie, después de todo su país había ganado y los sacrificios hechos habían valido la pena. Los soldados caídos en los frentes eran héroes nacionales, los sobrevivientes leyendas. Se podría vivir en paz por mucho tiempo.

Las escenas tristes habían terminado, bueno, no del todo realmente.

Un muchacho de cabello castaño y alborotado, sentado frente a una tumba, llorando. Era una escena que se había repetido casi diariamente desde hace cinco años, la rutina de Jackson era casi siempre la misma: Despertar, desayunar algo, ir a su trabajo de medio tiempo en la biblioteca (en realidad no le gustaba mucho ese trabajo, pero la persona a la que más amó en su vida le encantaba leer, en cierto modo, Jackson podía sentirse cerca de esa persona al estar siempre rodeado de libros, le daba cierta tranquilidad), comer, salir de su empleo, comprar flores e ir al cementerio a visitar la tumba de esa persona y contarle qué tal había estado su día. Aunque nunca tuvo que ver con su muerte, el arrepentimiento de no haber hecho "algo más" siempre estaba presente.

~JACKSON~

Hola, mi cielo.- Quito las flores marchitas que están en su lapida y las sustituyo con las que compré hoy.- Hoy fue un día un poco cansado.- Me siento frente a la lápida.- La otra bibliotecaria me puso a ordenar los periódicos del año de 1977 ¿Aún lo recuerdas? Lo felices que fuimos en ese tiempo, fue un año antes de que esa maldita guerra empezara y te arrebatara de mis manos, aún atesoro en mi mente cada uno de los momentos que pasamos juntos.- Mi voz se entre corta, me viene a la mente su sonrisa y la manera en la que unas pequeñas arrugas se formaban en sus ojos cuando sonreía.- Después pasé a los de 1978, ese año estuvimos separados un pequeño tiempo pero encontramos la forma de estar en el mismo frente durante la guerra, hice todo lo posible porque me asignaran al sitio en el que estabas sirviendo tú y así estar juntos otra vez, recuerdo muy bien lo guapo que te veías vestido de militar e incluso, en una de nuestros descansos en el campo te tomé una foto usando tu uniforma, esa foto se convirtió en mi más grande tesoro. Después llegué a los de 1979.- Unas lágrimas empiezan a caer por mis mejillas.- El año en el que nos separamos, encontré una noticia que nunca había visto, una foto tuya con todos los chicos y el resto de nuestro pelotón, con el encabezado "Fin a la guerra: Un pelotón de soldados da su vida por la patria y así el triunfo de Corea, Héroes nacionales" me hirvió la sangre.- Mis lágrimas empiezan a brotar mucho más.- No fue ningún sacrificio, fue una traición imperdonable, si tan solo esos malditos no los hubieran usado de carnada, tú seguirías conmigo, si tan solo no me hubieran herido en la pierna entonces habría ido contigo y hubiera muerto a tu lado, juntos. Lo siento mucho, lo siento mucho.


Me inclino frente a su lápida. Incluso verla hace que mi corazón se rompa aún más pero no puedo, no puedo dejarlo solo porque siento que lo olvidaré, tengo miedo de olvidar su rostro, tengo miedo de olvidar su voz, el sonido de su risa. Me tomo cinco minutos para calmarme e irme a casa.

Te extraño mucho, mi cielo.- Digo poniéndome de pie para irme.- Quizá mañana no venga.

Leo una última vez la inscripción de la lápida:

Park Jinyoung

HÉROE NACIONAL

Amado hijo y amigo

1957-1979

BE MINE AGAIN [JINSON/MARKJIN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora