♥ 𝐂𝐚𝐧 𝐲𝐨𝐮 𝐤𝐢𝐬𝐬 𝐦𝐞 𝐦𝐨𝐫𝐞?

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— ¡Vamos Satang, estamos por llegar tarde!

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— ¡Vamos Satang, estamos por llegar tarde!

La mayor comenzaba a dar pequeños saltos impacientes sobre la alfombra que cubría parte del suelo de la sala, tratando de calmar su ansiedad y las ganas de entrar al cuarto y sacar a jalones a su novia de allí.

—¡Ya voy, Hyo, espera!

— Apúrate que no encontraremos buenos asientos y quiero ver bien a Chaeyoungie.

Formó un puchero mientras ajustaba como por quinta vez la correa del pequeño bolso que llevaba cruzado sobre el suéter. Alzó la vista para ver si de esa manera la japonesa aparecía, y para su suerte, sus poderes mentales funcionaron y la chica salió del cuarto vestida con unos pantalones pinzados color caqui y una camisa que le combinaba. Los botones abiertos dejando ver debajo una camiseta blanca.

Acompañaba todo con unas zapatillas Vans y una coleta de caballo alta que le daba ese toque elegante que tanto le caracterizaba.

Jihyo se encontró embobada, ya era sabido que su chica parecía una obra de arte personificada, como una escultura en mármol hecha por Miguel Ángel a mano, pero se veía aún mejor vistiendo el color que la mayor amaba. Simplemente perfecta.

— Lista, vámonos.

Sin esperar respuesta le tomó la mano y salieron juntas del pequeño y acogedor departamento que comenzaron a compartir desde hacía unos meses, cuatro, aproximadamente. Al estar ya en la calle caminaron una cuadra para tomar un taxi, iban retrasadas a la exposición de arte de la pequeña sobrina de Jihyo, la joven Park que en la familia pudo demostrar sus dotes artísticos a temprana edad. Con tan solo doce años logró colocar uno de sus primeros cuadros dentro de una galería del centro.

Y claramente, su orgullosa y algo ruidosa tía no podía perderse el acontecimiento.

Es por eso que se había levantado temprano de su siesta, había dejado toda la ropa separada sobre la cama y entró a bañarse con anticipación, todo eso con el único objetivo de llegar temprano, puesto que al ser un evento gratuito, todos estaban invitados y era más probable quedarse sin un asiento en las primeras filas del anfiteatro donde se presentaba a los artistas.

Pero claro, sus cálculos en el plan perfecto fallaron cuando se acordó de la existencia del otro ser humano que convivía con ella día, tarde y noche. Su novia. Y para aclarar, en letras enormes y visibles, su PARA NADA ORGANIZADA Y LENTA novia.

Sana había salido de la cama por pura insistencia y se había bañado y arreglado con la misma pereza, incluso había tenido (según la mayor) el descaro de preguntar si podía asistir con su pijama de terciopelo.

Pobre chica, obviamente le quedó más que claro que era un No rotundo cuando recibió esa mirada asesina que tenía la pelinegra.

Aunque puede admitir que tampoco se esperaba encontrarla tan irresistiblemente vestida de pies a cabeza. Incluso cree que sus mejillas se calentaron tras el pensamiento de que todo eso podría ser "suyo" en algún momento.

Kiss me more Ꞝ SahyoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora