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A partir de ese día Min Yoongi no comió, no durmió, tampoco tomó medicamentos que aliviaban su dolor fisico. Nada valía la pena ahora, nada tenía sentido, Hoseok tendría que estar ahora en su casa sano y salvo no importaba si lo odiaba.
Pero no, la vida le arrebató a Hoseok y todo fue su propia culpa, el mató a Hoseok, se lo repetía una y mil veces. Todo parecía una maldita pesadilla, todo pasó demasiado rápido. Estoy era Real?.

Si, si lo era, el dolor en su pecho empeoraba y sus ojos agotados ya no podían derramar lágrimas, siete días sin Hoseok, no asimilada nada de lo que pasó.

Se levantó de la camilla tambaleante, en su mano llevaba una foto de Hoseok, una foto que fue tomada el día de su boda. Se veía tan hermoso. A pasos lentos avanzaba por el pasillo, tenía un poco de dinero en los bolsillos, el hospital se veía vacío, nadie podía detener sus pasos.

Que curioso, era un atardecer pero el silencio de las calles parecían de una noche, el cielo era púrpura, decoraba el cielo, un hermoso atardecer, pero no para Yoongi, un mundo sin Hoseok nunca sería habitable. Sus pasos lentos que lo llevaban a la tumba de su único amor, causaban un dolor en su cuerpo, se lo merecía, eso creyó el.

Allí estaba, una tumba solitaria adornada con rosas marchitas, el se sentó allí, su corazón se oprimia, su cabeza duele, no siente que el aire llega a su pecho, a ratos se olvidaba que respiraba, sus ojos gatunos estaban rojos, ya muy débiles y aún así soltaron más lágrimas, sus manos acariciaron la tumba, no puede creer que sea real, no lo es.

Cuando pierdes a un ser amado sientes que entras a una pesadilla, puedes llegar a creer que todo es una broma, que no es real, y aunque intentes asimilar la realidad es imposible, sientes que esa persona aún está allí a tu lado, que está esperándote en el mismo lugar, y sientes que volveras a escuchar sus bromas y sus encantadora risa y que podrás sentir el calor de su cuerpo de nuevo.

Sin embargo nada de eso pasará está es una maldita pesadilla que vivirá hasta que muera, a decir verdad no siente que la muerte tardará en llegar a él.

Ojalá hubiera podido explicarle todo a Hoseok, decirle la verdad. Ojalá nunca le hubiera pedido el divorcio, el amaría pasar sus últimos días al lado de Hoseok, pero es que lo conoce tan bien, que sabía que Hoseok hubiera llorado en cada minuto hasta que el partiera, o incluso hubiera llorado muchos años, el no quería que Hoseok se desvaneciera. Creyó que si se divorciaban y que si Hoseok le odiaba el rehacería su vida con alguien más, y tal vez así se olvidaría de el.

Como creyó que eso pasaría? Si estaban 11 años juntos claro que Hoseok no se olvidaría de el. Pero es que Dolería tanto, Yoongi hizo mal las cosas.

Hace frío, el cielo se hizo gris, parece que lloverá.
Yoongi se recozto ante la tumba, su cuerpo estaba helado, todo el malestar estaba en su cabeza y su corazón, sentía mil punzadas en su cuerpo, y aún así nada se comparaba con el haber perdido al Castaño.

Aquel día que fue al velo de Hoseok después de haber gritado y llorado y haber terminado internado, horas después Jiwoo le contó que, Cuando encontraron a Hoseok recostado, llevaba una carta médica, la carta que decía que Yoongi moriría en pocos días. Hoseok murió de un infarto al corazón al enterarse que su esposo moriría que sufría que no había salvación.

Hoseok tampoco sabía que en su familia podía ser hereditario un infarto al Corazón. Todo fue una sorpresa todo cayó de golpe para el. Murió sabiendo que Yoongi moriría, que sufría, murió sabiendo que lo amaba, que decidió pasar sus últimos días en soledad para evitar que el sufriera.

Nada es como uno quiere.

Yoongi en sus últimos momentos recordó los hermosos onces años a su lado, que lástima que no pudieron adoptar a un hijo, aquello quedó pendiente para ambos, querían ser papás, una familia.

Ojalá hubiera podido mirar a Hoseok cuando el se lo pidió, tal vez al mirarlo a los ojos se hubiera arrepentido y hubiera corrido a los brazos de su amor, lo hubiera llenado de besos, no se separaria de el, Hoseok no hubiese muerto. Ojalá lo hubiese hecho en aquella Última vez.

Dió su último respiro durmiendo en la tumba de Hoseok, y junto a las rosas marchitas, cuando el cielo lloró la trágica historia de la pérdida de unas almas gemelas.

FIN.








LA ÚLTIMA VEZ (Yoonseok)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora