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Hoy era día de hacer las compras de la semana. Los chicos volvían cargados de comida, Dios sabe para qué si luego vivían a base de comida a domicilio. Hyunjin iba cargado con dos bolsas y una botella de agua grande.

—No puedo más —dijo el más alto del grupo dejando caer las bolsas y tirándose con ellas al suelo.

Minho, que iba delante de él se detuvo mirando la escena.

—¿Se puede saber porqué si cargas básicamente con patatas fritas y galletas? —respondió, mirándolo desde arriba.

—Hey, ahí hay por lo menos 4 kilos de comida chatarra.

Minho negó con la cabeza, cogiendo la botella de agua con la mano que menos cosas llevaba. Al agacharse a por ella y hacer fuerza para levantarla, Hyunjin no pudo evitar fijarse en como se marcó el brazo del mayor. Cómo se tensó todo su bíceps sacando a relucir la musculatura desde el hombro hasta el codo y, al girar la muñeca, también la del antebrazo marcando un poco sus venas.

Pero cuando miró la cara del mayor no había ni rastro de esfuerzo.

—¿Vamos? —dijo Minho y siguió andando.

—Sí.

Hyunjin se levantó rápidamente cogiendo las cosas del suelo y siguió a Minho sin dirigirle la mirada. En su mente se repetía aquella flexión que acababa de ver. Hyunjin pensó: "Wow Minho, has estado haciendo ejercicio."

oh minho, you've been working outDonde viven las historias. Descúbrelo ahora