Durante años he desarrollado un miedo al dormir, no porque tenga pesadillas aberrantes cada noche o desarrolle terrores nocturnos; tampoco se lo atribuyo a alguna fobia que tenga que ver con morir al dormir, es algo mucho más simple y a la vez el miedo más racional que tengo, mi fobia es estar consiente cuando duermo.
Estar consiente mientras se está dormido es algo posible, pero no me refiero a estar lúcido dentro de un sueño, sino más bien estar despierto mientras el cuerpo duerme.
Una condición rara que afecta a un cierto número de personas, algunas lo atribuyen a la falta de sueño o a malas posiciones al dormir, la consciencia sobrecargada de estrés... O en algunas religiones y supersticiones, se le da crédito a los demonios, sádicos que devoran el sueño y dejan tormento.
Por desgracia yo soy parte de ese número de personas, y del peor tipo, ya que también soy un imán de alucinaciones que me acompañan en mi tormento silencioso, evito dormir por lo mismo, cualquiera que viera mi piel pálida y mis ojeras oscuras como carbón lo notaría, descuido mi apariencia para cuidar mi mente, ya que los horrores son demasiado reales. Pero a veces el sueño gana y mi cuerpo se rinde en un estado similar a la muerte.
La última vez que dormí fue hace tres días, me descuidé una madrugada en la cual mi único acompañante era un libro que poco hizo para entretenerme, ya empezaba a cabecear y mis ojos perdían su brillo, implorando descanso, jalaban mis párpados y cada que eran cerrados ardían, mis lagrimales se evaporaban en mis ojos y quedaban secos sintiéndose como arena en un saco.
Quería levantarme y caminar un poco para aplacar el sueño pero ya llevaba bastante tiempo despierto, mi cuerpo ya entraba en fatiga y mi espalda se arqueó para caer sobre mis almohadas ¡Tonto de mi ! ¿¡ Por qué me puse a leer en mi cama!? Las almohadas, suaves como seda envolvían mi cabeza como si fueran mis amantes, el frío del invierno entraba por la ventana y me soplaba en la cara al igual que las velas de mi recámara, la oscuridad me abrazó, al igual que el sueño.
Cuando me dan parálisis de sueño puedo sentir como llegan, en mi caso lo primero que llega es un espasmo, no es uno fuerte y tampoco muy notorio a la vista, es más como un pequeño susto como cuando se sueña que se cae, mi cuerpo da un muy pequeño salto y la única parte de mi ser que sobre reacciona a ese espasmo son mis ojos, que se abren de par en par como almejas presumiendo sus perlas.
Lo único que veo es oscuridad y leves aspices de luz que me regala la luna que vagamente ilumina el cuarto.
Escucho mi respirar, inhalo y exhalo fuerte, como si me costara, muevo muy poco mis dedos, apenas una flexión, los ojos si los puedo mover con libertad, al igual que mis párpados. Todo lo demás se queda completamente inmóvil, así el cuerpo me pique, se queme o duela, se quedará en la misma posición hasta que "despierte"
¿Pero como puedo despertar si mi mente ya está consiente? Solo me quedaba esperar, mientras paso por la sensación desesperante de estar atrapado en mi propio cuerpo. Pasan segundos que se sienten como minutos y minutos que se sienten como horas, siempre pienso lo mismo ¿Acaso me quedaré así por siempre? No importa cuántas veces duerma, siempre tengo el mismo sentimiento.
Impaciente me quedé esperando a aquel terror que me invadirá está noche ¿Que será está vez? ¿Sentiré cucarachas caminando por mis pies o un ser que solo es una sombra se quedará expectante en mis horas de parálisis?
Esa noche mi mente no me traicionó con algún ser de pesadilla, tampoco escuché susurros en mis oídos que me dijeran cosas aberrantes, la noche fue silenciosa, de una desesperante.
Aún en ese silencio yo me agobiaba ¡Que horror es estar atrapado dentro de uno mismo! Por segundos tenía la vaga sensación de que movía mis piernas o que mis alaridos resonaban por las paredes del cuarto, que alguien podría ayudarme... Pero luego caía en la realidad, estaba todavía ahí, inmóvil, en la misma posición y en oscuridad.
No sé si fue mi mente la que causó lo siguiente, pudo ser producto del desespero y estrés acumulado por años o cruelmente fuí manipulado por la alucinación más elaborada que pudo crear mi cabeza. Pero cuando ví el techo de mi habitación mientras mi cuerpo estaba inmovilizado, mi mente se elevó.
Me sentía ligero y poco a poco el techo se veía más cercano, mire a los alrededores y vi que mi cama está cada vez más lejos, mi altura estaba a la par de los cuadros de mi casa y poco después ya los rebasaba ¡Estaba volando! O al menos mi espíritu lo estaba haciendo.
Era elevado contra mi voluntad, solo podía ir hacia arriba y cuando toqué el techo lo traspase, después de atravesar mi casa pude ver las luces que otorgaban las demás, la vida nocturna de mi ciudad, pero no conforme con eso, seguí elevándome.
Después pude ver los cielos, atravesé las nubes y sentí el frío de los aires elevados, ahí entré en un nuevo pánico ya que no podía bajar, intenté moverme y nuevamente gritar hasta que me di cuenta que no tenía cuerpo el cual mover, me di cuenta que no sentía mi respiración, tampoco podía mover las extremidades, no veía mis pies ni tampoco mis manos ya que no estaban, en ese momento me volví una conciencia, un alma flotante o un simple pensamiento, que lo único que podía hacer era flotar.
Pasé los cielos azules y llegué a los oscuros, pensé que el espacio era bastante iluminado pero no, es más bien un área vacía e infinita, no había frío ni calor y apenas perceptibles a la vista se encontraban las estrellas, muy distantes una de lo otra no han ni saber que existen otras como ellas. Fue una sensación muy solitaria.
Cuando entre en boca del abismo, perdí mi percepción del tiempo ¿Cuánto tiempo habré flotado? No podía ni medir la velocidad a la que iba, las estrellas pasaron de ser pocas a ninguna, me había quedado solo en la negrura del espacio, pero aún asi seguí flotando.
En medio de la soledad absoluta y ausencia de todo, una luz apareció, un área del espacio se volvió blanca con tonos dorados, no pude encontrar la fuente de luz y en un abrir y cerrar de ojos encontré un suelo e inmediatamente dejé de flotar.
Aquel piso sobre el que estaba era como de mármol, brillante y de un tono azulado, aquel lugar no tenía una estructura fácil de describir, mire hacia arriba y me encontré con torres tan altas que no alcanzaba a ver sus puntas, tenían formas extrañas, insostenibles en el mundo real, algunas eran rectas que cada cientos de metros tenían una especie de recamara en forma de huevo para luego seguir de forma interminable hacia arriba.
Otras tenían formas más grotescas, sacadas de algún libro abstracto, todas iban hacia arriba pero algunas se retorcían sobre si mismas y otras tenían ángulos irregulares dándoles formas grotescas, pero eso no era lo que mas me extrañaba de aquel lugar, sino su color.
¿Cómo describes un color sin una referencia? El rojo están rojo como una manzana o como la sangre ¿Pero que forma tiene, que otra forma usamos para describirlo? Pues así estoy yo intentando explicar este color, ya que este tono no es rojo, ni azul o siquiera morado, era un color, pero no tenía nombre ni explicación, así como nada en ese lugar.
Faltó de mi parte explorar más, ya que seguramente habían más estructuras de inexplicable arquitectura, pero algo me detuvo ipso facto, aquello eran voces sin cuerpo así como yo que fui mente sin forma en ese lugar. Me dijeron entre muchas voces y lenguas "¡No debes estar aquí!" Seguido de amenazas y preguntas de como llegué.
Mi conciencia fue llevada de golpe por esos entes a las profundidades del abismo del espacio, luego a los azules del cielo y después a mi cuerpo inmóvil.
Me dijeron que si volvía a entrar lo lamentaria, que no podría volver a salir, que me esperarían en la entrada si llegara a pasar, entre otras cosas que no alcancé a comprender.
Desperté asustado y sudado el día siguiente, desde entonces no he dormido, me preocupa mi sueño ¿Y si era real? Nada hace que mi mente esté en calma, toda mi uso de razón está convencido de que eso fue real, mi mente está decayendo y me cuesta dormir.
Escribo mis más recientes memorias en un intento de poder mantenerme despierto, el dormir me aterra pero mi cuerpo lo pide a gritos, estoy cabeceando mientras escribo, ya no funciona pinchar me los dedos con la pluma que escribo, siento que mi cuerpo se eleva mientras estoy consiente... Ayuda.