Del amor al odio [Frealt] [Shualt]

Capítulo 16: Parque de diversiones.

Todos iban en el pequeño autobús, Rantaro y Valt no paraban de preguntar a cuál lugar irían.

— ¿A dónde vamos? –volvió a preguntar el azul con insistencia.

—A un lugar –otra vez le respondió Daigo.

— ¿A qué lugar?

—A un lugar ... —ya se le estaba agotando la paciencia.

—Pero ¿a cuál?

Y no solo a Daigo se le estaba acabando la paciencia...

—¡¿Podrían callarse de una vez?! –les gritó la dueña del club.

—Si me dijeran a dónde vamos me callaría.

—Es una sorpresa —rio un poco mirando al chico.

—Yo no quiero sorpresas, solo quiero dormir...

—Créeme Valt yo también quisiera dormir —dijo Free —pero yo sé que te va a gustar la sorpresa.

—Si Valt tú solo confía en nosotros—le siguió Shu.

Valt ya no dijo nada, estaba cansado. Se había despertado a media noche y no pudo volver a conciliar el sueño hasta las 6 de la mañana, a esa misma hora sus amigos lo sacaron de su habitación con la excusa de que tenían una sorpresa.

Después de eso el camino fue silencioso. Wakiya había llamado a un chófer de confianza, y en ese momento se dirijan al parque de diversiones. Cuando llegaron todos se encargaron de que el último en bajar fuera Valt para que así la sorpresa fuera mejor

Todos hicieron una cuenta regresiva e incluso le gritaron el típico "¡sorpresa" pero el azul solo estaba más confundido, como si no sintiera la misma emoción de los demás.

—¿El parque de diversiones?

—¿Te gusto la sorpresa? –preguntó el de orbes dorados pues notó la cara de "disgusto".

—Supongo...

—¿Y qué estamos esperando? ¡Entremos! —Lo jaló del brazo, en verdad que Rantaro parecía un niño pequeño.

Le encantaban este tipo de lugares, no había duda de eso.

Trad fue quien sacó las entradas una vez adentro la pregunta era ¿A qué juego ir primero? Había una gran variedad era difícil elegir.

—¿Qué tal la montaña rusa? —sugirió Rantaro antes que todos.

— ¡NO! —casi se desmayaba por eso, Wakiya les tenía miedo a las alturas y definitivamente no querría subir ahí.

—¿La rueda de la fortuna? —Ahora propuso Shu.

—Sería mejor dejar eso para el final —dijo Daigo.

—¿Los carros chocones? —propuso Free.

—No sé cómo conducirlos —se quejó la peli magenta.

Así empezaron a proponer un montón de opciones, pero se olvidaban que la sorpresa era para Valt así que Ken le preguntó qué es lo que quería hacer:

—¿Tu qué dices Valt?

—¿Eh? —al parecer su cuerpo estaba en el lugar, pero su mente no.

Valt estaba tan distraído que no se había dado cuenta sobre que estaban discutiendo sus amigos

—¿A qué juego quieres ir primero? —le volvió a preguntar esta vez Daigo.

—No lo sé ¿Ustedes a cuál quieren ir? –sonrió según él.