tres

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todo este tiempo

me di cuenta que yo mismo

te he enviado a tu muerte.

casi sin darme cuenta

de un cerrar y abrir de ojos y brazos

ambos ya estábamos malditos, condenados

a terminar de la misma manera.

y en ese momento

otra vez, en ese maldito momento

me di cuenta

que ya no podía.

ya no podía

volver a detener el maldito

tiempo.

zeit ; jotaroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora