"𝐈"

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Una suave y dulce melodía invadía cada parte de la habitación más grande en la residencia Lee

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Una suave y dulce melodía invadía cada parte de la habitación más grande en la residencia Lee. Era un día nuevo, un día más para la señorita EunYeong.

Con un ánimo controlado y una sonrisa risueña, se colocó sus pantuflas rosas, aquellas que son sus favoritas. Ató su cabello en un moño con mucha delicadeza y caminó en dirección al baño, mientras escuchaba a su asistente virtual seguirla, pidiéndole que libere su aromatizador preferido.

Esencia de rosa y lima.

Aquel olor inunda sus fosas nasales, recordándole quien era ella. Una Omega.

Llegó al baño de su habitación y respiró profundo. Un día más de la vida perfecta de EunYeong, requería de mucha dedicación y esfuerzo.

Comenzó a cepillar la larga y oscura melena que tenía, mientras la melodía de un instrumental clásico sonaba en el lugar. Los segundos pasaban y ahora se encontraba frente al gran espejo que tenía. Pudo notar como las ojeras en su rostro estaban más oscuras de lo normal, y como sus labios perdían el color característico de ellas, estaba marchitándose.

Miró su reflejo con sumo detalle una vez más, buscando algo que anhelaba tanto encontrar en sus ojos, sin embargo, no fue así.

Se hizo una trenza en el cabello y se levantó de su asiento. Inhaló el dulce aroma del ambiente y caminó hacia la bañera, que ya estaba esperándola como todos los días. Se paró frente a ella, y una sonrisa apareció, pero esta fue reemplazada por lágrimas en solo segundos. Desató el nudo de su bata y esta comenzó a deslizarse por su cuerpo, dejándola completamente desnuda. Una combinación de agua de rosas, con piedras aromatizadoras, y sal rosada esperaban recibir su inocente y virgen cuerpo, para curar lo que tanto la lastimaba.

Ingresó y se dejó llevar por el aroma que el agua desprendía, era demasiado fuerte para su gusto, pero no tenía otra opción, tenía que soportar todo eso si quería recuperar a su verdadero ser. Veinte minutos eran suficientes como parte de su tratamiento, sin embargo, esta vez prefirió permanecer por quince minutos más. Se dejó llevar por la paz que tenía en su mente, sin ningún pensamiento ni preocupación. Su piel comenzaba a humedecerse más de lo normal, pero ya no soportaba las pastillas, es por eso que prefería mil veces este tipo de tratamiento.

La imagen de un brillo resplandeciente apareció en su mente, asustándola, sin embargo, la emoción que tenía apareció de manera inesperada. Frotó su cuerpo con el jabón de lima, mientras la sonrisa en su rostro no desaparecía, tenía que contárselo a su doctora de confianza. Hoy había sucedido algo que en años estaban esperando.

Pasaron diez minutos y ella estaba frente al espejo otra vez, podía ver las ojeras y marcas en sus ojos, sin embargo, estas ahora tenían un brillo, uno muy especial. Comenzó a cubrir aquellas imperfecciones con maquillaje, sin exagerar demasiado. Un poco de base, polvo y rubor fueron las siguientes cosas que cubrieron su rostro, ella ya era muy linda sin toda esa carga material, pero de algún modo tenía que cubrir su sufrimiento, algo con lo que acabaría hoy si todo salía como pensaba. Rizó sus pestañas y con un toque débil de labial rojo finalizó su maquillaje.

𝐐𝐮𝐢𝐭 ;; 𝐣𝐞𝐨𝐧 𝐣𝐮𝐧𝐠𝐤𝐨𝐨𝐤 ;; 𝐭𝐰𝐨 𝐬𝐡𝐨𝐭Donde viven las historias. Descúbrelo ahora