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¡Guau! ¡¿Cómo hiciste para que hablara?! atónito, sostuvo el papel en sus manos.

Acabo de usar sus palabras en su contra...Se frotó el brazo pensativo.

Oh, nunca pensamos en eso.

¡Hizo en una hora lo que no hemos hecho en años! ¡Esto vale la pena celebrarlo!

"¡Sí!" gritaron todos los presentes.

Momentos después, todos ya estaban celebrando el logro de poder hacer que la testaruda bestia hablara. Aunque Urss no estaba contento con esto, fingió estar feliz para parecer natural.

Pero en medio de su celebración, sonó una alarma y una luz roja iluminó el lugar para alertar a todos los presentes.

Urss, sin entender lo que estaba pasando, trató de mantener la calma hasta que escuchó que alguien gritaba:

¡Es la alarma en la habitación 82-4H!

¡¿Se escapó?!

¡Vámonos de aquí!

Espera... ¿No es esa la habitación en la que estaba Reich? se preguntó a si mismo, un poco sorprendido.

Sin pensarlo, corrió lo más rápido que pudo hasta la planta baja donde se encontraba el joven.

Al ver pasar muchos guardias, aceleró lo más rápido que pudo.

Al llegar entró en la habitación y lo primero que vio fue al animal tirado en el suelo hecho un ovillo, las paredes acolchadas destrozadas, el suelo en el mismo estado, marcas de garras en el cristal y pánico en los delicados ojos negros del menor.

No pasó mucho tiempo antes de que entrara con la bestia, apenas lo vio, agazapado en un rincón como si quisiera lastimarlo.

Shh, no te preocupes, si te alteras, vendrán.— Se agachó y se acercó lentamente al Tercer Reich, con cuidado para que no temiera de su presencia.

Al ver que el enemigo se acercaba, Reich gruñó en alerta para tratar de alejarlo, lo cual no funcionó, estirando sus garras listo para atacar.

Escúchame, sé que solo nos conocemos desde hace unas horas, pero hasta ahora eres la primera bestia que veo cara a cara y quiero ayudarte.

Überspringen! Du bist genau wie alle anderen, du bist nur hier, um mich wie jedes andere Tier vorzuführen! (¡Vete! Eres como todos los demás, ¡solo estás aquí para exhibirme como a cualquier otro animal!)

Reich, no digas estupideces.-le tendió la mano para sostenerlo.

El otro se puso en alerta y se preparó para defenderse. Urss al ver esto se alejó un poco, pero los pasos de los guardias se escuchaban aún más fuertes.

No te preocupes, no vine a lastimarte, ven conmigo. Se acercó y el alemán dió otro paso hacia atrás.

¡Por favor escuchame! ¡Eres realmente terco!

El chico pálido lo fulminó con la mirada mientras pensaba en que así lo llamaba después de lo que había dicho.

El Tercer Reich había levantado sus garras listo para defenderse, hasta que sintió su muñeca agarrada con fuerza. El ruso lo sujetó para evitar futuras lesiones que pudiera haber sufrido.

✪ ¿𝙸'𝚖 𝚊 𝙼𝚘𝚗𝚜𝚝𝚎𝚛? ✪Donde viven las historias. Descúbrelo ahora