✪ ¿𝙸'𝚖 𝚊 𝙼𝚘𝚗𝚜𝚝𝚎𝚛? ✪

3.-

—¡Reich, deja de dar saltos, me estás alborotando el pelo!— gritó el ruso tratando de controlar su cabello, que él alemán de alas abiertas despeinaba mientras se movía por todos lados.

—Ich kann nicht, ich bin so aufgeregt! (¡No puedo, estoy tan emocionado!)

—Lo sé, yo también— Con un movimiento rápido, agarró la ropa de la criatura mientras planeaba por delante de el para evitar que se moviera. —Y tú también debes prepararte.— Él lo metió entre sus piernas para tener libres sus manos.

—Ich brauche das nicht! (¡No necesito eso!)— trató de liberarse de su agarre.

—¡Debes estár presentable!— Hizo todo lo posible por quitarle la ropa vieja que llevaba el joven.

—Red keinen Unsinn, so sehe ich ganz gut aus! (¡No digas tonterías, me veo completamente bien así!)— Trató de morder las manos del oponente.

Después de unos veinte minutos de lucha, Urss logró cambiar la ropa del otro por algo más cómodo y agradable a la vista de todos, ya que tenía completo control sobre la información sobre su salud, su actitud e incluso sus actividades, él era el único que tenía capacidad de una interacción cercana con la bestia, por lo que tenía permiso para hacer cualquier cosa.

—¡Admítelo, te ves increíble!— le dijo al joven usando de la cámara de su teléfono para que se viera.

—Du hast recht, an mir sieht es fantastisch aus. (Tienes razón, me queda fabuloso) — dijo con sarcasmo, mirándose a sí mismo, sabiendo que era guapo.

Reich vestía entonces... un delicado traje de temática campesina hecho por Urss para la ocasión. Urss observaba su trabajo con orgullo, medir el cuerpo de Reich fue todo un reto pero valió la pena.

*Lapso de diez minutos*

—Sie sind fast da! (¡Ya casi están aquí!)— Felizmente sacudió el brazo del ruso.

—Nunca te había visto tan emocionado.— Él le sonrió burlándose.

—Natürlich ist nicht alles feiernswert. (Obviamente, no todo es digno de celebración.)— Le dió un golpe con la cola en la espalda.

—¡Ay! ¡No hace falta que me agredas, bruto!

—Hört! Ich bin kein Idiot! (¡Hey! ¡No soy un imbécil!)— lo golpeo por segunda vez haciéndolo caer.

—¡Lo dije por tu fuerza!— se quejó en el suelo.

—Ups, tut mir leid. (Oops, lo siento).— Se rascó la nuca con una sonrisa apenada.

—No importa.— Se puso de pie. —Todavía estás un poco nervioso, eso es todo.— Se sacudió la ropa y golpeó sus manos contra ella.

—Ähm, vielleicht hast du recht. (Uhm, tal vez tengas razón.)— Volvió la mirada hacia la puerta con una cara desinteresada.

—Ajá.— Escribió algo en su informe. Lo que llamó la atención del pelirrojo.

—Was machst du? (¿Qué estás haciendo?)— Inclinó la cabeza.

—Lo de siempre, escribo tu comportamiento.— Dijo, sin levantar la vista de su trabajo.

—DU, du bist derjenige mit dem seltsamen Verhalten. (TÚ, tú eres el que tiene un comportamiento extraño.)— Se cruzó de brazos.

—No soy el bipolar aquí, además solo hago mi trabajo.— Agregó algunas tildes a su escritura.

—Ich bin nicht einmal bipolar, Schleim! (¡Ni siquiera soy bipolar, baboso!)—

—¿Por qué sigues llamándome baboso?— Él lo miró confundido.

—Eh-... Ich weiß nicht, ich finde es nur lustig. (Eh-... No sé, solo creo que es divertido.)

Urss consideró esta respuesta, no era lo que esperaba, pero no es que Reich tuviera mejores argumentos.

—¿Entonces solo te parece gracioso?— levantó una ceja.

—Exakt. (Exactamente.)— sonrió alegremente poniendo sus manos en su espalda.

Repentinamente se escuchó la puerta ser abierta. Ambos mirarán, y vieron a 3 científicos y 5 guardias armados. Entre ellos había una jaula con ruedas y una manta negra encima.

Urss rápidamente supo de que se trataba, Third Reich miro con algo de duda moviendo un poco su cola de un lado a otro.

—Sr. Urss, se le solicita salir de la habitación por algún posible accidente que pueda suceder.— habló una mujer a través del micrófono.

—No se preocupe Dra. Millen, está todo bajo control.— dijo con seguridad palmeando la espalda de la bestia.

La mujer, no muy segura, dió una órden para que la jaula fuera abierta e introducida a la habitación.

Todo se siguió justo al pie de la letra como la señorita Millen ordenó.

Una vez la jaula dentro, se cerró la puerta y la Doctora pulsó un botón para abrir dicha jaula. Emergiendo lentamente de debajo de la sábana, había una criatura muy parecida a Reich, pero con cabello negro azabache y ojos dorados.

Salió un poco desorientada y se tomó unos momentos para volver a conectarse. Pareciendo más tranquila, miró hacia donde Reich estaba parado con ojos llorosos y piernas temblorosas.

Ambas criaturas se miraron, sus ojos se agrandaron al ver al otro y lentamente se acercaron. Se abrazaron, lloraron, hablaron, se mimaron, para compensar el tiempo que estuvieron separados.

—Deutschland, mein Junge! (¡Alemania, ¡mi niño!).— abrazó el joven con fuerza, sin querer soltarlo.

—Váter! (¡Papá!).— dijo, llorando de felicidad.

Los dos lloraron mucho. Según registros, no se habían visto por 5 años, teniendo en cuenta que el niño tenía 7. Separado a los 2 años de edad de su padre, creció una magnífica criatura, muy parecida a su padre, ambos seres realmente hermosos.

Los científicos escribieron sobre lo que presenciaban algo impresionados. Felizmente, Urss miraba la escena con ternura, viendo un bello reencuentro.

En su mente solo pasaba la idea de cómo sería tener un hijo, él nunca tuvo uno, ni siquiera tenía esposa, realmente era difícil conseguir un bebé. La escena era conmovedora, nunca había visto algo así de bello en su vida, agradecía poder tener ojos en ese momento, le ayudaban de mucho. Cuando las criaturas se colmaron, se acurrucaron en una de las paredes juntos mientras el mayor lo mecía.

El padre de la criatura no soltaba al menor en ningún momento mientras lo tenía en sus brazos, lo extrañaba tanto que no quería soltarlo. URSS salió de la habitación para darles su espacio y escribir todo en una hoja de información, el experimento había resultado de maravilla y eso era muy buena señal.