Capítulo diez

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Hyukjae respiró profundamente, tratando de disminuir su ritmo cardíaco, tratando de asimilar en su mente la sorprendente confesión que Hae acababa de hacerle. ¿Podría su vida estar más jodida de lo que ya estaba? No lo había pensado, hasta que Hae le dijo que había querido besarlo de nuevo.

Ignorando su pensamiento consciente, su mente volvió a ese segundo beso. El de lengua. El que lo había tenido gimiendo de hambre y deseo, que había hecho que su pene se agrandándose en sus jeans, que lo había dejado desesperadamente bajo su control, como un salvavidas en un mar tormentoso.

¿Sabía Hae lo que estaba diciendo? ¿Entendía lo que significaba decirle a un hombre gay que le gustaba besarlo y quería hacerlo de nuevo? ¿Sabía que eso no se hace? ¿Quién hace eso? Nadie, nadie lo hace. Nadie excepto Hae.

Mierda, se iba a desmoronar. Cada pensamiento lujurioso que alguna vez tuvo sobre su mejor amigo se precipitó hacia él como un tsunami, incrementando su intensidad, amenazando con hacerle perder la cabeza de

verdad.

—Hyuk?

Necesitó de toda su fuerza de voluntad para no girar y golpear a Hae en la cara. ¿Por qué? ¿Por qué carajo le hacía esto? Después de todos estos años, ¿de repente ser bi-curioso? ¿Y ahora, cuando intentaba aceptar el fallecimiento de su madre, aceptar que estaba solo en el mundo? ¿Era justo entonces cuando Hae pensó que debía admitir que quería más de Hyuk de lo que había pensado que podía pedir? Caminó en círculo alrededor de él, la rabia emanando de su voz, sus puños se cerraban firmemente a sus lados.

—¿A qué mierda estás jugando, Hae? ¿Eh? ¿Crees que esto es una broma? ¿Crees que es entretenido jugar conmigo así? ¡Porque puedo asegurarte que no me estoy divirtiendo!

No podía bajar la voz, a pesar de que lo intentaba. Había demasiada emoción en él para que la retuviera. La esperanza luchaba contra su rabia, y por debajo de todo, el amor que nunca había perdido por el hombre cuyos ojos se estrechaban, y que en ese momento lo atrapó y arrastró su boca hacia abajo para un beso enojado y hambriento.

¡Mierda! ¡Esto no ayudaba en nada! Pero Dios, se sentía tan bien, ¡tan jodidamente bien! —Hae! ¡Por favor, cariño, no lo hagas!

El cariño se escapó sin su permiso mientras alejaba su boca, suplicando a su mejor amigo que no volviera a hacerlo.

—Es demasiado. No puedo... no contigo. Yo... No puedo, ¿de acuerdo? ¡Por favor!

—Sigues escapándote de mi —se alejó Hae, llevando su boca hacia atrás para susurrar al oído de Hyukjae—, tenemos que hablar de esto Hyuk. Necesito respuestas, y sólo tú puedes dármelas.

Hyukjae se alejó por completo, desplazándose nuevamente al patio para sentarse en una silla bajo la sombrilla. Estaba temblando, e intentó detener su temblor en las manos apretando los dedos juntos contra la mesa delante de él.

No ayudó mucho, especialmente cuando Hae se sentó junto a él, tomando una silla para sentarse a su lado, lo suficientemente cerca como para que Hyukjae pudiera oler el jabón que había usado en la ducha.

—No puedo...

—Puedes decirme de quién estás enamorado. ¿De mí? ¿Yo soy el tipo heterosexual que se casó con alguien más?

¡Mierda! Hyukjae tragó y cerró los ojos. Deseaba estar en cualquier lugar que en donde ahora se encontraba, tratando de decidir cómo evitar que su corazón se rompiera. Porque de ninguna manera Hae estaba interesado en nada de lo que Hyukjae quería con él.

Unos cuantos besos locos sólo significaban que era curioso y tal vez que estaba un poco excitado. Diablos, incluso podría ser la manera en que intentaba sacar la mente de Hyukjae de sus problemas, aunque era una forma de mierda para hacerlo, si ese fuera el caso.

"Porque Me Amas"- Adaptación EunHaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora