Hay siempre agujas en mi cabeza. Admiro a todos, sin exagerar, me pregunto siempre ¿Qué los llevó a ese ahora que podemos compartir? Les veo más completos de lo que yo alguna vez estaré, este sentir es efímero, porque conforme el tiempo me ha atravesado, mi incompletud ha cambiado.
Compararse es algo más común que bueno, pero indispensable para llegar a la conclusión de que, en efecto, no he logrado nada al lado de un par de enamorados, un oficinista, profesionista o matrimonio joven empezando una familia.
¿Dónde estoy? No siento nada como mi hogar y tal vez por eso, siempre estoy añorando estar en ése sitio. Le escribo a la nada, o tal vez no, quisiera saber, tener una poca de retroalimentación para saber si mi manera de autodestrucción es tan..."especial", si me sostengo de excusas o si.