Capítulo 03

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Un nuevo día, nuevas misiones, las parcas más el goblin caminaban por el mundo de los humanos en busca de un lugar oculto para recargar energías. Ese era como su alimento, pero debían ser discretos ya que existen muchos humanos obsesionados con las criaturas místicas y podrían correr peligro a pesar de ser inmortales.

Si un humano logra cazar a una criatura proveniente de Nerea no podrá matarle, pero está en su poder absorber todas sus energías y usarle como si fuese su marioneta, en el reino de Nerea no podrían permitir que eso suceda, estaría expuesto su mundo, su existencia para los aún vivos y los usarían para obtener riqueza en caso de que los lleguen a cazar.

Sunoo: —Este lugar es el que suelo usar cuando vengo a la tierra, es seguro, pueden recargar su energía aquí. —Los había llevado a un callejón abandonado, Sunoo llevaba tiempo recargando sus energías allí, claro que antes de hacerlo se había encargado de inspeccionar el lugar durante días, nadie transitaba allí, solo ratas y algunos cuantos animales callejeros.

Sunghoon: —¿Estás seguro de que ningún humano nos verá aquí? —Aún duda mucho de las capacidades de Uwinn y les cuesta confiar en él.

Sunoo: —Si no me crees puedes buscar otro lugar, pero yo lo haré aquí. —Sacó de su capucha un frasquito con unas píldoras color doradas e ingirió dos de estas y cerró sus ojos durante unos segundos.

Sunoo: —Listo, estoy lleno de energía, vamos.

Ni-Ki: —Espere joven Uwinn, recargaré mis energías aquí también. —Fue el primero de ambas parcas en tomar la iniciativa, realizó exactamente el mismo proceso que el goblin, y por último ya sin opciones, Sunghoon decidió cargar su energía allí mismo.

Una vez que todos estuvieron listos, retomaron su camino, el dispositivo de Sunghoon había sonado, tenía una misión. Llegaron al punto de los hechos, se trataba de un alma masculina quien se había suicidado después de ser despedido ese mismo día.

Sunghoon: —Kim Woojae.

Woojae: —¿Cómo sabe mi nombre? —Preguntó a la defensiva.

Sunghoon: —Soy Azzua, la parca, y he venido para llevarte a la otra vida.

Woojae: —Seguro eres un loco. ¿Estás tratando de jugar conmigo? ¡¿No sabes quién soy?!

Sunghoon: —Kim Woojae, treinta y seis años, soltero sin hijos y con una gran deuda que ya no podías pagar porque perdiste tu trabajo.

Woojae: —¿Eres un estafador cierto? No tengo tiempo para juegos.

Sunoo: —Creo que no se ha dado cuenta de que está muerto. —Le susurró a Ni-Ki.

Ni-Ki: —Se lanzó del puente, pero no recuerda como falleció, puede ser efecto del impacto que recibió en su cabeza, ya que esa fue la causa de su muerte.

Sunghoon: —Estás muerto, te suicidaste hace media hora. Mira todos estos autos de policía y demás, están buscando tu cuerpo en el río.

Woojae: —Piensas que te voy a creer, que iluso.

Fue entonces que Azzua no soportó más la negación de esa estúpida alma y sus ojos se colorearon de un rojo carmín, brillantes como ningún otro, dominando así al alma y que esta acabase de rodillas ante él.

Sunghoon: —¿Ahora estás consciente de quién soy?

Woojae: —Lo estoy, lo siento señor Azzua. —El tono de su voz se quebraba, Sunghoon había dejado que su enojo se reflejara a plenitud, esa alma debía sí o sí ir con él.

Sunghoon: —Ya que lo sabes, andando, no hay tiempo que perder, no eres la única alma que debo conducir.

Sunoo: —Eso estuvo asombroso, nunca te había visto enojado. —Comentó mientras llevaban el alma del hombre por el portal.

Hidden | SungsunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora