Todo empezó como un día normal, sus padres se fueron a trabajar y ella se encargaba de hacer dormir a su pequeña hermana menor. Hasta que de pronto tocan la puerta de su casa, al preguntar quién era le responde una voz familiar:
—Brid abre déjame pasar—llaman al otro lado de la puerta —. Soy Leo, el hermano de Janeth —se presenta con su habitual voz tranquila.
—¿Qué te trae por aquí? —pregunta la pequeña abriendo la puerta y saludándolo con una amplia sonrisa. El chico ingresa a la casa y deja unos dulces sobre la mesa.
—Vine a ver como estabas —dijo mirando alrededor de la casa —¿Están tus padres? —pregunta sin dejar de inspeccionar el lugar.
—No —contesto rápidamente la niña —. Ellos siempre salen todas las mañanas y vuelven tarde —explico —¿Por qué lo preguntas?
—Curiosidad —explico mirando esta vez a la habitación donde dormía la menor de la casa —¿Aun no despierta? —pregunto pensativo.
—Ella acaba de volver a dormir, así que pasara unas cuantas horas para que vuelva a despertar.
—Ya veo —comento aun pensativo —¿Te gustaría ir a jugar con Janeth? —pregunto dirigiendo esta vez su mirada a la niña que tenía al frente.
—¿Ella no se encontraba en la casa de su abuela? —pregunto la niña —Además no puedo dejar solo a Iris, mis papás me regañarían si se enteraran.
—Que tonto soy —regaño el chico dándose un golpe en la frente —, ahora que lo recuerdo bien tus padres fueron los que me enviaron por ti, te están esperando.
—¿Mis papás? ¿Por qué no vinieron ellos?
—Estaban ocupados y por eso me enviaron a mi Brid —explico Leo mirando a la azabache la cual parecía dudosa —. Si quieres no vengas, pero conste que fueron ellos quienes te llamaron.
—Si lo dices, supongo que debe ser verdad —contesto mirando al chico —, deja que despierte a Iris.
—¡No! —exclamo el chico, el al darse cuenta de su acto se incorporo y hablo más tranquilo —es decir, tus papás solo te llamaron a ti.
Bridget pensó un poco en ir con él, pero no le quedo de otras más que aceptar, después de todo ¿Por qué le mentiría? Ambos salieron del lugar en donde se encontraban para ir a un sitio un tanto alejado de la zona en la que vivían. Al llegar se dio con la sorpresa que ahí habían unos dos chicos de unos 18 años aproximadamente fumando un cigarrillo.
—¿Qué hacemos aquí Leo? —pregunto confundida —¿No se suponía que iríamos con papá y mamá?
—Lo lamento Brid —fue lo último que escucho de aquel chico para luego caer inconsciente al suelo.
(....)
Al despertar se dio cuenta se encontraba en un cuarto de algún hotel de mala muerte, y gracias al horrible dolor que sentía ya se podía dar una idea de lo que le había sucedido. Ella en un torpe intento de levantarse de la cama cayo bruscamente al piso, ya que sus débiles piernas no le permitían seguir.
—Duele —se quejó la pequeña —¿Qué fue lo que me paso?
—Hasta que despiertas —hablo un chico viéndola mientras fumaba un cigarrillo.
—Ya nos estábamos aburriendo de esperar a que abrieras los ojos —agrego el otro muchacho sentado en un sillón.
—¿Por qué? —pregunto Bridget intentando cubrirse —¡¿Por qué me hicieron eso?!
—Nena no le preguntas a un drogadicto porque fuma, porque la respuesta es más que obvia —respondió con indiferencia el primer chico —, lo hace por puro placer.
Ambos chicos se dirigieron a la puerta y la abrieron dejando pasar a una señora con un vestido corto y un fuerte olor a perfume sobre salía de ella, estaba acompañada de dos robustos hombres.
—Si que se tomaron su tiempo —pronuncio encendiendo un cigarrillo y entrando lentamente a la habitación —. Como sea, ya se pueden ir.
—No nos andes dando órdenes, no somos uno de tus sirvientes —reclamo el mayor de los dos chicos —. Además, es lo que estábamos por hacer.
—Hoy si que tienes un horrible humor —indicó aquella mujer mirando fijamente a la pobre niña — Lían acompaña a los señores a la salida y cierra la puerta.
—Como diga señora —contesto empujando a los dos chicos hacia donde se encontraba la salida.
—Conocemos a la perfección donde salir, no nos trates como una de tus cualquieras.
—Si, como sea largo de aquí —hablo mientras veía como otro de los hombres que la acompañaban cerraba lentamente la puerta.
—¿Quién es usted? —pregunto Bridget cuando finalmente estaban ellas dos solas en la habitación —¿Por qué estoy en un lugar como este?
—Es un gusto cariño, me puedes llamar Reyes —se presentó mientras se dirigía a ella —. Y creo que con solo ver este lugar debe ser sencillo saber donde te encuentras ahora.
—No, no puede ser posible...
—Claro que sí —interrumpió —. Fuiste vendía y yo te compre a un precio realmente elevado para serte sincera —contesto con desdén —. Bienvenida a ANY equivalente a nada, ya que aquí es donde todo los sueños y las esperanzas se esfuman a la nada, por ello lleva ese nombre.
—¿Vendida? Eso es imposible —se apresuro a hablar —. Nadie en su sano juicio haría algo como eso, no conozco a nadie capaz de ello.
—Linda, a veces situaciones desesperadas se ameritan medidas desesperadas —contesto cruzándose de brazos —. El necesitaba dinero y yo lo tenía, en estos tiempos no es nada extraño que alguien sea capaz de vender incluso a su propia sangre para sobrevivir.
—¿Leo fue capaz de tal atrocidad por un poco de dinero? Dios mío ¿En qué monstruo se ha convertido?
—Si, si muy lamentable tu historia, pero hay cosas mucho más importantes que lamentarse de algo que ya esta hecho —hablo fríamente —. Desde ahora eres de mi propiedad y trabajas para mí, ¿Entendiste?
—Me niego a aceptar eso —contesto con firmeza —¡Jamás haría esas cosas tan inmorales!
—Sabes que, aunque te niegues o no igual lo harás, ¿Verdad? No tienes ninguna otra opción cariño.
Pasaron así más de 6 años de constantes abusos y maltratos de todo tipo de parte de "Reyes" y los hombres los cuales la pobre Bridget tenía que complacer para que así pueda no ser castigada. Los castigos que imponía no eran físicos, eran psicológicos, siempre se metía en la mente de las chicas que tenía a su merced haciendo cosas tan terribles para solo unas niñas que no pasaban de 19 años. A veces dejaba a las niñas en un sótano oscuro sin comer por un día o incluso una semana. Ella las amenazaba con lo que más querían, ya sea sus padres, hermanos o algún amigo, al parecer Reyes sabia exactamente donde apuntar y usaba eso a su favor para llenar de miedo a todas las que trabajaban para ella.
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Promesas Vacías
ActionCorrupción - Injusticia - Miedo. Esas son las tres palabras con las que puedes describir con exactitud lo que está pasando en este momento bridge y los suyos, ellos están viviendo en un mundo inhumano donde solo el más poderoso puede opinar, mi...