recuperación completa.
"Esto es un milagro." El médico miró con asombro a Lu Meng inconsciente en la cama del hospital.
"¿Hay algo mal con él?" Li Ze preguntó, preocupado.
"No no no. Su glándula ha recuperado inesperadamente la capacidad de detectar feromonas”.
"¿Qué?" Li Ze sintió que su mente se quedaba en blanco por unos momentos.
Era como si el médico hubiera descubierto un mundo nuevo: “Nunca me había encontrado con algo así en todos mis años. ¿La percepción de feromonas de la glándula de alguien podría perderse sin una palabra, y luego recuperarse de repente? Y la sensibilidad de su glándula ahora es aún más alta que antes, siempre y cuando persevere en tomar su medicina…”
“¿Mayor General Li? ¿Adónde vas?"
Li Ze se dio la vuelta aturdido y luego sonrió: "Voy a salir a tomar aire fresco".
El doctor estaba algo desconcertado, ¿no era esto motivo de celebración? ¿Por qué parecía que Li Ze estaba a punto de llorar?
“General, ¿se encuentra bien?” Li Ze lo rechazó.
Aún así, el soldado no se fue, “General Li, me gustaría disculparme. Aunque usted y el general Lu no cumplieron con las normas, siguen siendo los mejores soldados".
Durante el combate, Lu Meng siempre estuvo en el primera línea, Si no fuera por su vigilancia al ordenar una retirada en la batalla reciente, no habrían podido escapar ilesos. Li Ze miró, reconociendo al otro como el soldado del Escuadrón Disciplinario en ese entonces, "Estos son asuntos separados, a todos ustedes también les fue bien antes".
El soldado estaba avergonzado: “El general Lu definitivamente estará bien. Odiaría separarse de usted, General.”
Finalmente había sido testigo de la amistad más deslumbrante dentro del Ejército Federal. Cuando Lu Meng cortó todas las comunicaciones, Li Ze había vomitado sangre. Luego, ignorando a todos los que intentaron detenerlo, Li Ze insistió en buscar a Lu Meng. Solo después de recibir atención de emergencia por parte del médico, fueron enviados al hospital central de la ciudad.
Li Ze se dio la vuelta para mirar a Lu Meng, que ahora estaba fuera de peligro, “Correcto, ambos somos Alfas. Lo que necesita es un Omega. Así que incluso sin mí… él estará bien”.
El soldado se quedó allí, perdido. ¿Esta deslumbrante amistad tenía algo en contra del hecho de que ambos eran Alfas?
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