《•° ¿Alguna vez que te preguntaste cuantos secretos guarda una persona •°》
El se siente observado, vacío, como si algo le faltara, ¿tal vez los brazos?, miro a sus costados y confirmó que no, ¿las piernas?, miro abajo y confirmó que tampoco es eso...
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《•° N A R R A D O R •°》
El menor despertó sobresaltado, ¿todo eso era un sueño?, ¿Por qué últimamente estaba soñando con "eso"?, es como si su cabeza intente recordar algo, pero por mas que intente no consigue su propósito, estos tipos de sueños se vuelven cada vez mas frecuentes, y la idea de que su mente intenta decirle algo le preocupa, se froto un poco los ojos y miro a su alrededor, todos estaban profundamente dormidos, claro, todos menos el y Pico, este ultimo estaba sentado en la puerta del tren, con la mano (sana) posada sobre su mejilla, mirando miraba las afueras de la ciudad.
- ¡Hola Pico! - dijo Boy, se acerco a Pico gateando como si de un gato se tratase.
Pico no respondió, valla que si es rencoroso, todavía seguía enojado con el menor, el de baja estatura lo miro confundido, para después repetir el nombre del recién nombrado con intenciones de que le conteste, pensaba que tal vez el pecoso no le oía por todo el ruido que hacían las ruedas al chocar con las vías del tren, repitió su nombre una y otra vez, haciendo que la poca paciencia que tenia el pecoso se le agotara como si fuera una bajada de montaña rusa.
- ¡AGH!, ¡¿Qué carajos quieres enano!? - le grito, con un tono adecuado para no despertar a sus compañeros, fulminado al inocente menor con su inquietante mirada, este acto dejo aterrado al de baja estatura, su mirada lo mataba por dentro.
- Y-yo..., l-lo siento, no quería m-molestarte - se disculpo el menor, la expresión de Pico le daba escalofríos, el mas alto al verlo tan indefenso, su cabeza encendió un foco de recuerdos del pasado, esa mirada de miedo... sentía que ya la había visto en alguna parte, hecho una bocanada de aire para intentar relajarse, al ya tener la calma que necesitaba volvió a mirar el cielo estrellado.
- Ahórrate tus disculpas, ni sueñes con que te perdonare -le dijo el pecoso, el menor bajo la mirada algo avergonzado, solo hasta que Pico siguió hablando - por que esos sueños tuyos por alguna extraña razón se vuelven reales - cerro los ojos después de decir eso ultimo, el menor lo miro confundido, la verdad es que este chico siempre lo dejaba con dudas, era tan reservado - supongo que Nene y yo fuimos algo duros contigo, Darnell tenia razón como siempre, en fin, pendón chiquitín -.
El de baja estatura se quedo alucinado, ¿Pico pidiendo perdón?, ¡eso es algo que no se ve todos los días!, el menor rio con dulzura, algo que "flecho" y cautivo el corazón inquebrantable de Pico, su risa era linda y tierna, además de contagiosa, igual que su personalidad, era reconfortante escucharla, haría cualquier cosa para escucharla mas seguido.
