En el parque de la ciudad, ogata veía con odio a el peli café que tenía enfrente, lo veía con un total asco en la cara, eso le decía que a su vista no era bienvenido ante ella.
No solo tengo que soportarte en ichinose, sino también en la calle – su voz fría hizo que Narayuki sintiera miedo –
Ogata – le llamo el joven decaído –
No me llames por mi nombre – le dijo sumamente molesta la chica – me asquea que me llames por el
La chica decidió pasarlo de largo, pero cuando llego a un lado de él, le dedico unas palabras a su persona
Si tu no existieras, nada de eso hubiese pasado – sin una pisca de empatía por como el chico se sentía o lo que pasaba – tal vez si tu murieras pudieses enmendar el daño que y sufrimiento que nos causaste a todos-
Fue lo último que le dijo antes de irse del lugar, Narayuki se quedó parado en shock con lágrimas saliendo de sus ojos, eso le dolió, porque el mismo se sentía culpable de todo, solo pudo secar sus lágrimas con las mangas de su ropa, y decaído decidió volver a su hogar, trato de hacer ver que estaba bien, y que no pasó nada, camino por mucho tiempo hasta que se detuvo frente una casa grande, esta estaba bastante descuidada, la maleza en el pasto estaba presente, al igual que algunas plantas en las paredes y reja de entrada, pero lo más llamativo era la cinta policial y varias cajas podridas, donde se podían ver distintas cosas.
Jamás supo por qué, pero cada caminata, ya sea diurna o nocturna siempre le llevaba de vuelta a ese lugar, incluso aún tenía el nombre gravado de los antiguos dueños, Furuhashi.... Dentro de ese lugar ocurrieron los hechos que lo marcaron de forma profunda y le traumaron, jamás supo una respuesta de por qué siempre regresaba, no podía entenderlo, ver esa casa abandonada y descuidada le recordaba a él en esos momentos, y a su vez, sentía que algo dentro de su ser, quería ver salir por esa puerta a la sonriente y amable peli azul que conoció cuando mejoro su relación de tutor y alumna a amigos, pero sabía que no era posible eso, esa amable chica murió hace mucho, no supo cuánto tiempo estuvo parado viendo la entrada de la casa, pero cuando se dio cuenta la noche estaba llegando, suspiro y camino de vuelta a su hogar, mientras las farolas de las calles se encendían para iluminar las oscuras calles, hasta que llego a su hogar.
Su situación económica jamás fue buena, y lo sabía muy bien, solo se paró frente a la entrada y puso la mano cerca de la puerta para llamar a ella y entrar, pero no podía hacerlo
(¿debería entrar a casa?) – se preguntó decaído – (si me voy, ellos no tendrían que preocuparse por mí, y estar más fáciles) –no pudo pensar mucho, pues la puerta se abrió y fue abrazado por su hermana, quien estaba feliz por que volvió a casa –
Nos tenías preocupados a todos – le dijo – le llamaron a mama, sobre que no fuiste a clases
Lo siento por preocuparlas – este le dijo un poco incómodo, tratando de no empujar lejos a su hermana –
Lo siento – esta se separó de el – olvide que no te gusta mucho el contacto físico después de lo que te paso
Está bien – el chico le sonrió a su hermana -
El chico entro a su hogar y su hermana le dio un plato de curry para que comiera algo, veía el curri fijo, y decidió probar un bocado, y luego otro y otro, hasta que se terminó todo el curry servido en su plato, una vez termino su comida, su madre entro a la casa preocupada, seguido de sus hermanos menores, quienes se aliviaron el ver al chico en casa sano y salvo.
Su madre quería regañarlo por no entrar a la preparatoria y figurarse, pero no lo aria frente a sus hermanos pequeños, y menos sobre sabiendo lo que paso su hijo así que primero espero a que pequeños durmiera, y una vez estaban profundamente dormidos, esta se paró frente al peli café de lentes para confrontaron
