Tensión

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Se siente. El aire está fluyendo pesadamente, está vivo y es más cortante que las espadas de dos filos, pues, atraviesa hasta el alma y el espíritu; oxigenando todo pensamiento e intenciones del corazón con hierro de alta presión y aire que congela.

Se escucha. Las palabras cálidas penetran agudamente en la piel, como alguien hábil en acupuntura que da en esos puntos de presión y los bloquea para inmediatamente aflojarlos, de modo que uno ya no sabe si aún se tiene la aguja clavada o no.

Se ve y se rompe. Estoy guardando trastes y mover la taza europea bañada con oro, tallada con diamantes, creada por un artesano famoso y muerto hace apenas dos años, nunca se había sentido tan ligera como ahora, me detengo a apreciarla, y la tomo de la base para guardarla; mientras, volteo a ver a mi papá, advirtiendome de la delicadeza de su taza (regalo de su bisabuela). Pienso en lo ligera que es y el tiempo para fanfarrias, aparece.

Sabemos qué procede.

Cortos que llegan al 1.70Donde viven las historias. Descúbrelo ahora