Teen

2. La mala noticia

Cuando era pequeña, yo era muy callada. Todos se burlaban de mi por prácticamente todo. Hardin el que más. No se de donde sacaba ese genio pero a mi no me gustaba nada, (ni a mi, ni a nadie). Al final intenté convencer a mis padres para que me cambiaran de escuela, pero ellos no cedían.

El día que conocí a Lía, fue el mejor día de mi vida, porque ya no estaría más sola. Éramos muy pequeñas para saber de la situación en la que estábamos, pero ahora que somos muchísimo más mayores, nos sabemos defender. No físicamente ya que, éramos un poco débiles, nos defendíamos verbalmente.

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Lía y yo, estábamos viendo Crepúsculo por 50 vez, esa vez descubrí que Lía me estaba mirando con aprecio. Me pareció muy lindo ya que nadie me solía mirar así, (aparte de mi madre). Notaba su respiración, como si estuviera metida en mis oídos y también noté que ella empezó a dormirse. Se apoyo en mi pecho, cerró los ojos y a los 5 minutos yo también me dormí.

Cuando sonó el tono de llamada de mi teléfono, las dos nos dispersamos y nos levantamos muy rápido. En la pantalla de mi móvil, vi que el que me estaba llamando era mi padre, también vi muchos mensajes de él diciéndome que había pasado algo grave. Cuando conteste la llamada mi corazón iba a mil por hora, tenia muchos nervios por saber cual era la mala noticia.

-Mason, tu madre a sufrido un accidente de coche- dijo mi padre desesperado y llorando

No me salían las palabras. En ese justo momento empecé a llorar.

Mi madre, la persona que más adoraba y admiraba todo este tiempo estaba tocando la muerte.

Mi padre estuvo diciendo todo el rato mi nombre para que le contestara. Yo le contesté

- ¿Donde estáis?, ya voy - Dije aturdida

-En la ambulancia, yendo al hospital de al lado de casa de la abuela.

- Ya voy - dije mientras colgaba la llamada.

Lía me miró confundida por lo que acababa de pasar.
Cogí mi abrigo y mis llaves de casa, y le dije a Lía:

- Mañana hablamos, mi madre acaba de sufrir un accidente de coche. - Y al terminar de decírselo cerré la puerta de su casa.

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En el hospital me dijeron que mi madre estaba en quirófano, también me dijeron que había sufrido varías lesiones en el pulmón y en las costillas. Me dijo la recepcionista que era difícil que pudiera sobrevivir. Empecé a llorar.

En el pasillo de espera me encontré a mi padre, llamando a alguien y llorando. Cuando nos encontramos me dijo que mamá tenía la cara destrozada, y que si sobrevivía a la operación tendría que ir a rehabilitación por varios meses. Eso me asustaba muchísimo, temía que mi madre no sobreviviera a la operación, la quería muchísimo.

Ella una vez me dijo que el daño interior era el daño más doloroso, pero no es cierto, ya que ella estaba sufriendo más por el exterior.