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-Día siguiente-

Inosuke como el resto de sus compañeros y amigos de pelea seguían investigando mientras intentaban encontrar alguna pista relacionada con las esposas del Dios de las Festividades, cada uno en su casa correspondiente.

Caminaba por el pasillo hasta que escucho que un par de jovensitas pertenecientes a la casa que hablaban de Makyo, llevaban su desayuno a su habitación

-"Makyo es una de las esposas del jefe"

El de puntas azules se apareció frente a ellas

-Inoko-chan, que pasa?

"Que fastidio no poder hablar"- pensó intentando que no pareciera demasiado molesto

Comenzó a señalar la bandeja que traía los alimentos de Makyo y se señaló así mismo dando a entender que el le llevaría su desayuno.

-¿Quieres llevarlo tú?

Este asintió

-Muy bien pero ten cuidado, Makyo-san no se ha sentido muy bien estos dias

Inosuke volvió a asentir caminando hacia la habitación donde se supone que encontraría a Makyo, al llegar escuchaba algo dentro

"Hay algo ahí dentro"- pensó permaneciendo con tensión y alerta llevando todavía la bandeja y se quedo apoyado contra una pared

Escuchaba los sonidos producidos dentro de la habitación eran como golpes risa y alaridos de dolor

"Debo intervenir ya"- empezó a correr y pateo la puerta derribandola

Al entrar no había nada ni nadie solo el cuarto estaba destruido, pero pa presencia seguía cerca hasta que escucho sonidos de las paredes y el techo.

-¡En la pared!- dejo caer la bandeja y pego el oído en la pared

Al sentir de cerca rápidamente se dio cuenta de que era un demonio

-¡Aja, te encontré!

Golpeo una de las paredes pero el demonio se traslado al techo, el ojiesmeralda solo lo perseguía a lo largo de la casa causando alboroto

-¿Que es todo este escándalo?- se escucho preguntar molesta a la dueña de la casa

Inosuke venía corriendo y en el camino se encontró con un tipo que al verlo se fijo en el y estaba a punto de pedirlo pero Inosuke le dio un golpe después de todo estorbaba en su camino

-¿Que haces, chica?

El tipo tenía el puño de Inosuke marcado en la cara, iba a continuar corriendo pero fue detenido por la dueña, y gracias a eso perdió la presencia.

-Ahhhhhhh, ¡se me ha escapado! - grito olvidando la orden que le dieron de no hablar

Se fue a otra habitación siendo seguido por la dueña que no paraban de "reñirla" pero este lo le hacía caso, se paro de manos tratando de encontrar la presencia del demonio asustando a la dueña

-Ahhhh, ¿Qué haces ,Inoko? ¿Estás loca?

-"Maldicion, su presencia ya no está cerca"

-Te repito, ¿Qué es lo que estás haciendo?- volvió a gritar al verlo ponerse boca abajo y girar las piernas

A Inosuke no le gustaba recibir órdenes o que le llamaran la atención, por lo tanto solo se digno a hacer una reverencia en forma de disculpa algo que la verdad no le agrado

-Una más y te echo, ponte algo debajo, cualquier diria que eres un chico

Inosuke sudo frío al escuchar eso

Llama cálidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora