°•Rosas manchadas con sangre•°

2.6K 87 1
                                    

Pisada tras otra se escuchaban por toda la habitación, como si se tratará de buscar algo o talvez a alguien . ¿Acaso se trataba de un asesino tratando de capturar a su víctima? Esa pregunta lo dejo pensando un par de segundos hasta que al fin cumple con su objetivo. El la había matado. después de su cometido decide deshacerse del cadaver de su compañera de toda la vida, su esposa cortando en varios pedazos metiendolo cada parte de su cuerpo en diferentes bolsas, siendo demasiado cuidadoso de no dejar ningún rastro de su víctima. Sin dolor alguno va tras su otro objetivo sus dos hijos. Ellos encontrándose en la escuela esperando a su padre, tras ir a buscarlos en el camino se encuentra con su vecina de nombre Laura una amiga de la familia.
- oh, Robert! ¿Vas a ir a buscar a los niños? Si es así saludalos de mi parte.
- Claro que si, bien debo irme se me hará tarde adiós. - con una sonrisa en su rostro se va de aquel lugar sin mirar hacia atrás. Nadie en ese momento hubiera sospechado de él, ¿Cómo era posible que el hubiera sido, si el era tan bueno con su familia y vecinos? Cuándo se supo la verdad todos quedaron en sorprendido por la noticia, Por todos lados salía que un hombre de 45 años mató a su familia sin piedad. Según el fiscal él los mató por un ataque de celos, al parecer su mujer estaba con otro hombre es lo que pensaba hasta tal punto de llamarla todos los días. En ese momento perdió la cabeza y acabó con la vida de su esposa como hijos. Cuándo se dio cuenta de lo hecho quizo suicidarse pero las autoridades pudieron detenerlo a tiempo. Algunos de sus amigos afirman que él sutilmente decia que queria matar a su familia aunque nadie le tomaba enserio pensando que eran chistes sin gracia, además de varios testimonios dando su opinión.
Su juicio tardo más se lo debido pero al final el juez confirmó su sentencia, condenado por asesinato en primer grado ya que en las muestras de análisis psicológicos se encontraba que en el día del asesinato el estaba en sí, consciente de lo que ocurrió pidiendo perdón por todo lo que hizo arrodillándose con lágrimas en los ojos suplicando a Dios que le perdone.
.
.
.
.
.
Agarra el control de su televisión y lo apaga, luego dirige su vista hacía el reloj marcando las 19:30 h viendo que hora es decide levantarse de su sofá diriguiendose hacía el baño. Entra a la ducha 40 minutos tardo de ducharse, al terminar se dirige hacía su ropero abriendolo buscando algo que le pareciese interesante
Después de terminar de arreglarse se va hacia su destino el departamento de dazai.

Las calles estaban completamente vacías sin vida alguna excepto por aquellas luces de los faroles que iluminan cada paso que el daba.
A lo lejos ve una sombra saludandolo, era él. Acercándose cada vez más hasta escuchar su voz diciendo:
- Chuuya, no pense que vinieras! Pasa, sientate como en tu casa. - Ya adentro del departamento chuuya decide hablar primero.
- Dazai...yo quería preguntarte sobre aquel día ¿Te acuerdas?
- oh bueno, si es eso te lo diré - un largo silencio se hizo presente en todo el lugar, hasta que al fin decidió hablar. - últimamente no me e sentido bien, los recuerdos de mi pasado que me han consumido todo mi vida están saliendo a la luz, son frecuentes y repetitivos. Odasaku. esta ahí a mí lado sonriendo, hablando de cosas triviales junto a los niños que él cuidaba. No pude evitar contener la felicidad que tenía adentro como si fuese un perro moviendo la cola mostrando lo feliz que estaba en ese momento por ver a su dueño. Sin que se de cuenta decidí tirarme encima de él con intención de un abrazo. Un impulso que me costaría mi dignidad. Mis brazos estaban por su espalda, un abrazo tan cálido. Su cuepo emergía un calor tan~ agradable, cerrando mis ojos sin despegarme. Al abrir mis ojos ya no estaba. Ya no me encontraba en aquel lugar al frente mio una lápida que tenía escrito: "Sakunosuke Odasaku" entre mis manos tenía rosas con espinas. Petalos caían de mis manos manchadas con un líquido espeso, era sangre. Caí de rodillas agarrando mi cabeza con ambas manos susurrando unas palabras casi visible para un ser humano. Hasta que en un momento las carcajadas salían de mi alzando mis brazos hacía arriba. La locura estaba por mis venas llegando a mi cerebro. Con lágrimas en los ojos pedí perdón golpeando al suelo sucesivamente, sin poder describir como era tal situación de aquellas manos. Mis ya hinchados párpados me dificultaba la visión. Deseando salir de ahí pero mis piernas no se movían ninguna parte de mi cuerpo me obedecía. ¿Acaso era un castigo por todo lo que hice, al ver pecado? Eso era ¡¿verdad?! Quitándome a mis seres queridos de mi lado dejándome solo en este mundo mostrándome el dolor eterno que nadie de en la vida puede hacerlo. Odasaku tenía un futuro brillante pero se metió en algo turbio que le impidió salir cobrando con su vida. Al sumergirme de mis pensamientos no noté cuando unas voces se acercaban ya que apenas podía ver.
- Arg ¡Osamu será mejor que no muevas esta vez o juro que mataré! ¿Oiste?. - Ango...¡Claro que era él! ahora que lo recuerdo un día fuimos de picnic junto con Oda a ver el bello paisaje lejos de toda la ciudad, un lugar sumamente tranquilo y relajante. Con preciosas flores de todo los colores, olores y aromas solo la naturaleza esta allí.
- No te preocupes, Dazai prometió que no lo volvería hacer yo creo en él. Espero que no me decepciones.
- ¡Quién dijo que lo haría! ¿Nadie verdad? Confía en mí, hombre.  -Mostrando ojos de cachorro abandonado por sus dueños.
- No me pongas esa cara... bien esta es la última oportunidad. - Agarra la cámara que estaba a su lado contando del 1 hasta el 3 un sonido se escuchó dando enteder que ya está hecha la foto.
- ¿Cómo salí? Me veo atractivo con mis vendas~
- No, te ves muy mal arruinaste la foto por tu culpa tendre que comprar una nueva cámara.
- ¡Ango hieres mis sentimientos, a Odasuku no le dices nada! ¿Por qué eres así conmigo?
- Jajaja~ solo bromeó obvio que salio bien.
- Mmmm ¡Cuatro ojos! Ups~ no fue mi intención.
- Maldita seas Osamu será mejor que corras estás advertido.
- Aaaa!!! ayudame~ Oda ¡me quiere matar! - Ocultándose en el cuerpo del pelirojo aferrándose a su brazo sacando la lengua a su oponente.
- Ango cálma-... - Sin que nadie se lo esperará el pelinegro se tira encima de ambos sujetos cayéndose mutualmente en el pobre Oda que no tubo tiempo de reaccionar. A su lado un castaño con una venda en su ojo izquierdo y por otra parte un pelinegro con lentes. En su hombro ya acostados ven el atardecer era hora de volver a casa.
.
.
.
.
- ¡Despiértate, despiértate!, ¡Despiértate Dazai san!
- mhggg ¿Dónde estoy?...¿Atsushi que haces aquí? me duele el pecho, siento que me está faltando el aire. - mi corazón latia como loco, ni hablar de mi respiracion era como si hubiese corrido una maratón. El sudor recorría todo mi cuerpo.
- Dazai por favor este tranquilo respiré y sueltalo así sucesivamente.- decidí hacer lo que atsushi me aconsejo.
- ¿Cómo te sientes? - su tono era más calmado.
- Más o menos hmm...- mi estómago rugió de hambre- ¿podrías...traerme algo,si no olvidal-
- Lo haré inmediato ya regreso!
En tan solo 5 minutos un gran grupo de comida se encuentran en la mesa todo tipos de delicias y sabores están frente mio. Era como si fuera un Rey en un gran banquete con platos que te costarían dos riñones hasta incluso más. ¡Atsushi está vez se  lució nunca en mi vida me habían complacido tanto! ¿debería decirle a Fukuzawa que le page extra? Jejejeje.
- ¡Atsushi! Cásate conmigo~ prometo serte fiel toda mi vida, te juró que te daré mucho amor. también dejaré que hagas lo que quieras conmigo~ - Con un tono seductor dijo su últimas palabras acercándose hacía él.
- Dazai san...¿Qué está tratando de ha..- un dedo del contrario se dirigió a su boca en señal de que hiciera silencio.
- Será mejor que empecemos a comer el café se enfriará ¡oíste Atsushi kunnn!~ además no puedo negarme a comer estas delicias ellas me estan llamandooo.
- Clar-oo que sí ¡Buen provecho!.
.
.
.
.
.
- Porque te estoy contando mis problemas en este momento creo que es estupido solo olvidalo. Cambiando de tema. ¿Cómo estás, te sientes cansado por el "trabajo"? ¿Mori es duro contig... - antes de decir otra palabra fue interrumpido por el peli naranja.
- Osamu. - exhalando un suspiro pesado- yo no se como te sientes pero sabes que tienes mi apoyo, puedes confiar en mi. Se que soy duro contigo lo he sido por años; pero me di cuenta que eres diferente a los demás si, se que eres un idiota y un cínico. Siento que tengo la necesidad de cuidarte, y protegerte como si fueras una piedra preciosa pulida por mis propias manos que debe ser tratada con cuidado. No puedo dejar pensar en ti. - podia sentir que su cuerpo emanaba calor, vergüenza esa era la palabra que describía chuuya.
- Este... me sorprendiste chuuya, no pensé que alguien como tu sería tan romántico ¿Acaso estoy hablando con tu hermano gemelo o un doble? Eres tan lindooo~ haras que me enamoré de ti.
- ugh cállate idiota!
Cuándo menos se lo esperaba ya Dazai se había tirado encima suyo abrazandolo sin querer soltarlo por ningún modo, insultos y intento de escape por parte del peli naranja pero ya no se podia ser nada, era imposible escapar de ahí.

°•Sueños humedos•°Donde viven las historias. Descúbrelo ahora