Prólogo.

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Fuimos juntos a una heladería, ¿lo recuerdas? Tu agenda era muy apretada y en esa ocasión intentaste pasar el día junto a mí, porque era mi cumpleaños... En serio lo intentaste...

Me hiciste esperar en una mesa por alrededor de quince minutos, supuestamente fuiste por nuestros helados, pero viniste con las manos vacías y con una estúpida sonrisa tirando de tus labios... Siempre me pregunte por qué te gustaba tanto ese lugar...

Charlamos un poco, parecías nervioso y desesperado. Cuando una chica nos trajo nuestros helados, le sonreíste y ella te correspondió, se dijeron unas cuantas cosas que no alcance a oír... Casi me sentí como si fuera el mal tercio...

Apenas me prestaste algo de atención cuando tu jefe te llamo para sesión fotográfica de imprevisto, me dejaste y te fuiste. Oh, cuanto lamente no haber llevado dinero ni para un autobús, ni siquiera podía pedir un aventón por celular a algún amigo, ya que yo era muy nuevo en la ciudad y no conocía a nadie más que a ti... Nunca entendí por qué no querías que conociera a tus "amistades"...

Por suerte para mí, buena y mala, la buena es que me encontré con un buen hombre que me vio con buenos ojos y me llevo al departamento que compartíamos juntos, claro que tu casi no estabas. La mala fue que olvide mi llave dentro y comenzó a llover torrencialmente... Jamás olvidaré un día tan imperfecto como ese, menos cuando casi todas las fechas especiales son así...

Luego, un día, justo el día de nuestro aniversario de un año, llegaste algo pasado de copas, no podías sostenerte de pie, tuve que llevarte hasta la cama. Te acosté y empezaste a especular cosas, algunas no tenían sentido, pero lo que me llamó mucho la atención es que nombrabas mucho a una tal "Catherine". Fue cuando noté tu fragancia, era una mezcla de tu esencia con un perfume, un perfume de mujer... Hubo un momento en que dijiste "te amo" y no era para mí...

Miénteme...

Al día siguiente, ya no estabas y desapareciste durante dos semanas. Un día regresaste, con marcas en tu cuello y torso, llenos de chupones, y no eran míos...


Miénteme, por favor...


¿Discutimos? Sí, ¿por celos? Completamente. Parecías a punto de explotar, diste la discusión por terminada, nuestra relación por terminada, tomaste todas tus cosas y te fuiste... Y me quede sin nadie, solo y vacío...


Miénteme, dime que me amas...


Te vi en TV por una entrevista junto a una chica rubia, muy bonita. Mi corazón dolió cuando te escuche nombrarla "Catherine" y decir que era tu nueva novia...


Que esos ojos sonrientes sólo me ven a mí...


¿Te guardo rencor por esto? Destruiste mi ilusión, mi corazón y mi sonrisa, pero no te guardo rencor en lo absoluto. En algún momento de nuestro noviazgo me amaste y me hiciste la persona más feliz del mundo, y es por eso que te agradezco... Aunque yo aun te ame y me duela ya no tenerte cerca...


Que soy el único que tiene permiso de tocarte...


Después de unos meses, comencé a familiarizarme con mis vecinos, ellos son personas buenas y amables, supieron comprenderme y darme ánimos. Tuve un trabajo en un restaurante local, sólo por distracción, ya que soy de esos niños que tienen su vida "pagada" gracias a sus padres, igual que tú. Así que, comencé desde cero, una vida nueva... En la que tú, por desgracia para mí, no estás incluido...


Miénteme y dime que tu corazón aun me pertenece sólo a mí...

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Próximamente... en sus listas de lectura (?) :'v

Lie To Me || Toy Fonnie //Próximamente//Donde viven las historias. Descúbrelo ahora