Prólogo

86 5 0
                                    

Leonor

Como de costumbre estoy junto al lago, mi lugar favorito desde que tengo conciencia.
A mi alrededor solo hay bosque, y justo donde yo estoy hay una pequeña plataforma de madera, deteriorada por el paso del tiempo pero cómoda para descansar y pensar en paz.
El lago es tranquilo, aunque no se a ciencia cierta si es del todo seguro pegarte un baño relajante en él, la verdad. Sobretodo si se hace hincapié en "relajante", teniendo en cuenta los cientos de historias y leyendas que hay sobre él, de los cuales pocos son escritos en primera persona, curiosamente. Tampoco tengo problema, prefiero sentarme justo enfrente y observarlo sin más, por suerte es precioso.

No quiero llegar tarde al mercado, le prometí a Surie que este mes conseguiría más dinero para poder arreglar los desperfectos del tejado, que caen a cachos por culpa del fuerte temporal que dejó el invierno.
Surie vive conmigo desde que tenía apenas 7 años.
Ella y mi madre eran íntimas, la cuidaba de pequeña y para mamá Surie era como la hermana mayor que nunca tuvo.
Surie siempre se ha preocupado por mi y por mi padre, desde que mi madre desapareció ha cuidado de nosotros. En cuanto a mi padre, cayó enfermo hace casi dos años. Su tratamiento requiere medicamentos caros y escasos, y con las ventas en el mercado intentamos salir adelante.

Preparé todos mis diseños, bocetos, telas, vestidos y los puse en la carreta rápidamente, acto que provocó una brisa de aire que me hizo notar la llegada de la primavera. Y me encanta la primavera.
Recorrí el sendero hasta el mercado y monté en una esquina mi puesto de telas y vestidos.

Retomé la pasión de mi madre por diseñar vestidos y accesorios, aunque en realidad lo hago para poder conseguir dinero suficiente para seguir adelante. Me vi obligada a aprender hace un par de años, cuando vendimos todo lo que nos quedaba de sus diseños. Estoy segura de que yo no tengo el don que tenía ella, pero por ahora nos saca de apuro.

Cody acaba de aparecer.
Me prometió llegar a las 7 menos 15 como muy tarde, y como de costumbre aparece 1h después.

Cody es mi mejor amigo. Desde niños hacemos todo juntos. Su casa está cerca de la mía, por lo que día tras día jugábamos cerca del lago. Viene con su atuendo de domingo, tiene el pelo y los ojos castaños, y su habitual peinado que consiste en no peinarse. Además llega con una sonrisa que contagia a cualquiera. Su tono de piel es bronceado, aunque ahora que acabamos de salir del invierno está un poco amarillo. No es mucho más alto que yo, quizás me saca media cabeza. Tiene cosas buenas como su carisma, o lo optimista que es en cualquier aspecto. Y también cosas que ya no tolero tanto, como su exasperante despreocupación.

—Cas no puedes creer qué me ha pasado.—
Viene acompañado de Adler, su hermano.

Los padres de Cody acogieron a Ad cuando era un niño. Son de los pocos curanderos que tenemos en el Bloque. No es un tema del que haya escuchado hablar demasiado, pero desde que lo encontraron lo cuidaron como un hijo más.
Aunque, a Cody no le convence mucho la pobre versión de sus padres sobre como lo encontraron. Está seguro de que le omiten información de interés, puesto que la versión inicial ha cambiado un par de veces durante sus años de entrometido encubierto, es gracioso verle atar cabos. Es cierto que a veces yo también pienso en lo rara qué es la situación y lo poco que se sabe, como si ocultaran algo. Cody siempre bromea con que Adler es demasiado tiquismiquis y dichosamente perfecto para provenir de este bloque, está seguro de que proviene del centro. De todas formas siempre le ha tenido mucha admiración, para él su hermano mayor es un ejemplo a seguir.

Ambos están mirándome, supongo que calculando mi nivel de enfado.

Adler es alto y su piel ha cogido un color dorado con la marcha del invierno, contrasta con lo oscuro que es su pelo, que le cae en capas por la frente. Todo en su cara es armónico. Su nariz es tan recta como su mandíbula y sus ojos son grandes y de color miel, pero siempre los tiene entrecerrados y rojos, como si llevara tiempo sin dormir. Me cuesta darme cuenta, no deja que nadie le mire mas de lo necesario. Nads le parece lo suficiente interesante como para prestarle demasiada atención y sobretodo no le gusta que se la presten a él.
Pero es muy difícil no notarle.
Últimamente siempre están juntos, Cody lo admira, estoy segura de que además de su hermano es su mejor amigo, (después de mí, claro) y sé que el aprecio es mutuo porque es uno de los pocos con los que Adler se anima a hablar, me atrevo a decir el único.
Me alegra que haga feliz a Cody, a su manera. Sin embargo nuestra relación es un caso muy aparte, estuve en su clase 3 años y no recuerdo ni una interacción entre nosotros.

—Cuéntame, ¿Qué increíble aventura te ha retrasado hoy?.

—Verás... ¡Esta vez no he llegado tarde por mi culpa!Clarie Adams ha invitado a Adler al baile de primavera, y nos ha retrasado, además ha dicho que su amiga Jule está interesada en ir conmigo. Así que, hemos recorrido medio pueblo, para encontrar un ramo de rosas mientras planeábamos, bueno, planeaba cómo iba a pedírselo. ¿Qué dices Leo, le va a gustar no crees?.—

<<¿Qué? ¿Clarie y Adler juntos al baile?>>
Hay muchas cosas que asimilar ahora mismo. Clarie es preciosa, pero es de las personas que nunca se acercaría a ninguno de nosotros. No se por qué su familia sigue en el Bloque, y eso me asusta, quiere decir que los estándares son muy altos en el resto de ellos. ¿Por qué querría ir con Adler al baile? y todavía peor, ¿Por qué Adler iría con ella?. No sé por qué me paro a pensar en esto, realmente la vida de Adler no es asunto mío.

—Em... sí, me parece bien, pero, es nuevo eso de que Jule se fije en ti. Cody, te ha rechazado los últimos 4 años que la has cortejado.— Cod lleva mucho tiempo detrás de la encantadora Jule, su compañera de escuela. Siempre ha sido alguien popular y con una buena situación económica. Pero eso no quita que fuera dulce con todas las personas.

—Pero ahora es diferente, estoy seguro de que le gusto. Clarie dijo que este último año Jule había hablado mucho de lo guapo que me he puesto, es mi momento Cas.—

A veces se me olvida que Cody todavía sigue en su último año en el instituto, y que dentro de tan solo dos meses se va a estudiar a una de las pocas universidades que existen, fuera del Bloque Mayor, concretamente en el Bloque Sur, a miles de kilómetros. Hay pocas vacantes, y es la única forma, al menos que yo conozca, de salir del Bloque. Pero Cod es brillante, y sé que lo conseguirá. Yo, no corrí la misma suerte. Al terminar el instituto el año pasado he trabajado en diferentes oficios. Mi familia me necesita aquí y tampoco es algo que nos podamos permitir, pero me conformo con vivir cerca de la antigua biblioteca.

Al igual que Adler, nuestro último baile fue el año pasado, pero podemos ser invitados como parejas de los recién graduados.                                  

—Pero Cas, puedes venir al baile con nosotros, sé que no son tu estilo, pero me gustaría verte allí, por favor.—

«Nosotros». Adler también estará, junto a Clarie.
No sé cómo ella ha conseguido captar su atención pero en realidad da igual, ahora que lo pienso ambos son igual de arrogantes.
Actúe con impulsividad, justo antes de arrepentirme.

—Sí, no te preocupes allí estaré. ¿Cómo iba a perdérmelo?

Entre reflejos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora