Capítulo 2 - Reflejos

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Han pasado semanas desde la noche del baile. Lo único que he hecho es seguir vendiendo cada día en el mercado, leer y pasear. Cody sigue pasándose cada mañana a ayudarme a montar el puesto y para hacerme compañía. Aunque desde la última vez Adler no ha vuelto a ir con él. Realmente está evitándome. ¿Cómo iba a estar tan seguro de que no contaría nada de su secretito?, quizás porque sabe que nadie me creería. Ni siquiera a mi me conviene decirlo y quedar como una chiflada.
Aún así es molesto que desaparezca sin explicarme nada, ¿qué clase de persona suelta algo así como si no fuese relevante y no se manifiesta para justificarse? que mierda, la pregunta es ¿qué clase de persona es un vampiro?

No sé si me gustaría o no seguir dándole vueltas al tema, pero ahora mismo no tengo más tiempo para replanteármelo. Una chica que no había visto nunca me ha encargado con palabras textuales un vestido "sexy", y tenía pensado ir hoy a entregárselo. Llevo más de 2 semanas preparándoselo. No suelo tener muchos encargos, y menos a este nivel.
Me pidió un vestido con más cantidad de piedrecitas de las que había comprado nunca. Pero tampoco hice muchas preguntas ya que pagaba muy pero que muy bien. Con eso ya podría acabar de arreglar el techo y obtendría dinero suficiente para comer bien durante todo el mes.
En cuanto a su aspecto, desprendía seguridad, su figura era alta y delgada con las curvas ligeramente marcadas. Su pelo rozaba el color blanco en un rubio nórdico que le llegaba por los hombros. Sus ojos, eran los ojos azules más bonitos que había visto nunca. De primeras cualquiera diría que se encontraba ante un ángel, pero desprendía vibras de ser todo lo contrario, parecía muy interesante.
Ella me indicó dónde encontraría su casa, y me dijo que cuando terminara el vestido se lo llevara, sin importar el día.

Conocía esta zona. El pueblo no es demasiado grande que digamos. Caminé hasta el final de la calle y por su descripción de la casa, esta parecía ser la suya.
Se veía antigua, pero estaba bien conservada y tenía enormes dimensiones.
Me acerqué y toqué la puerta. Espere unos segundos y volví a tocar, a la vez que abrió repentinamente.

—Ho-Hola.— dije nerviosa.

—¡Hola! Bienvenida a mi fiesta, pasa pasa.
Había ruido de fondo y unas 20 personas bebiendo y paseándose por la casa. Aún así pasé para dejarle el vestido y que me pagara.

—Siéntate aquí, ahora vuelvo.
No tardó en volver con un manojo de billetes en la mano. Se chupó el dedo y empezó a separarlos uno a uno. Se veía divertida con unas gafas de sol mal puestas en la cabeza. Se acercó a mi y extendió la mano ofreciéndome el dinero.

—¿No vas a revisar el vestido?
Estaba protegido por una capa de tela fina en la que lo envolví para que no se ensuciara por el camino.

—¡Ah! No tranquila, he visto tu trabajo, me fío al cien por cien de que será maravilloso.— insistió en que cogiera el dinero y eso hice.— Puedes quedarte en la fiesta si quieres, acaba de empezar. Puedo traerte champán, vino...

—No.—dije bruscamente— perdón, debo ir a casa ya, me están esperando.
En cierto modo no era mentira, había quedado esta tarde con Cody para dar un paseo. De todas formas no pensaba quedarme aquí. El alcohol es completamente ilegal en todos los bloques. Si te pillan con él, tanto en tu cuerpo como en tu casa, el  Bloque Mayor te penalizará, y tienes todas las de perder.Es un delito por el que si les conviene que desaparezcas, no dudarán en usarlo en tu contra y te llevarán, pocos vuelven.
No sé de donde lo ha sacado, aquí es imposible encontrar alcohol. Pero será mejor no saberlo.
Por suerte, apenas se interesan por nosotros. El bloque Alisios no es ni una mota de polvo en su mapa. Pasan por aquí para hacer controles cada que se acuerdan, y puede llegar a ser en muchos años.

Ella solo asintió y me invitó a salir.

La seguí hasta la puerta y me fui, despidiéndome con un gesto de adiós con la mano. Sin mirar atrás volví a casa.

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