Snowed In // L.S

3.

Cuando Harry se despertó a la mañana siguiente, la luz de la habitación era demasiado intensa y sintió que le iba a doler un poco la cabeza.

Es por eso que no entendía cómo un Louis Tomlinson tan brillante y alegre lo estaba despertando al sostener una taza de café debajo de su nariz.

"Despierta despierta, dormilón, ordené servicio a la habitación para el desayuno."

Harry se frotó los ojos y se estiró, antes de sentarse lentamente y apoyarse contra la cabecera. "¿Cómo puedes estar tan alegre tan temprano en la mañana?" Preguntó y aceptó la taza de café, respirando el vapor caliente.

Observó a Louis por encima del borde de la taza. Estaba de regreso con sus jeans ajustados negros del día anterior, que le sentaban perfectamente, y vestía una sudadera negra ajustada. Harry se sintió muy desnudo con sus pantalones de chándal y su cómoda camiseta.

Louis solo se rió "Son las diez en punto, he estado despierto desde las nueve, me duché y ya hablé con la aerolínea, nuestro vuelo está programado para despegar a las 4 pm como estaba programado". Anunció e hizo un gesto hacia la ventana "Es un hermoso día afuera, el sol brilla".

Harry bostezó y tomó un sorbo del café, sabía amargo y fuerte, exactamente lo que necesitaba esa mañana.

"¿Oh sí? Esa es una gran noticia, no puedo esperar para llegar a casa y dormir en mi propia cama" Respondió, aunque esa no era toda la verdad. Se quedó despierto demasiado tiempo anoche, escuchando la respiración constante de Louis y pensando en qué pasaría si...

Louis movió las almohadas entre ellos a un lado y llevó la bandeja del desayuno.

"Acabo de pedir un desayuno para dos, aquí hay un poco de todo." dijo y le sonrió a Harry, quien le devolvió la sonrisa agradecido.

Desayunaron en la cama, unos croissants con huevos y tocino, tomaron sus cafés y jugos de naranja y charlaron sobre las primeras cosas que harían cuando llegaran a casa (Louis "Tómate una pinta con Liam, aún no hemos celebrado mi cumpleaños y Harry "Ve a comprar comida, porque probablemente Niall se comió todo lo que había en el apartamento"). Todo se sentía tan cómodo, doméstico y perfecto, que Harry casi olvida que se habían conocido el día anterior y que sus caminos se iban a separar pronto otra vez.

Después del desayuno, Harry se duchó y se preparó para el día, cambiándose de ropa y empaquetando todo de nuevo. Nunca se lo admitiría a nadie, pero se sentía un poco triste al hacerlo.

Louis estaba fumando en el balcón y Harry decidió unirse a él, poniéndose el abrigo y abriendo la puerta para salir.

"Oye", dijo Louis felizmente sorprendido. "Te dije que es un hermoso día, casi se siente cálido bajo el sol". Cerró los ojos e inclinó la cabeza hacia el sol.

Harry se permitió mirarlo por un rato, las largas pestañas que en realidad proyectaban sombras en sus mejillas, los pómulos altos que definían su rostro y el flequillo que seguía cayendo sobre sus ojos y que él seguía empujando hacia atrás.

"Sí", exhaló. "El sol es hermoso", dijo sin apartar los ojos de Louis.

Louis dio una última calada a su cigarrillo y lo apagó en la barandilla del balcón. Un avión despegó sobre sus cabezas y lo siguieron con la mirada.

"Esos seremos nosotros en unas pocas horas". Louis dijo al cielo: "Ir a casa y todo".

"Gracias de nuevo por dejar que me quede contigo." Harry realmente no sabía qué habría hecho sin Louis.

"Realmente tienes que dejar de agradecerme, no fue un problema, de verdad, disfruté mucho de tu compañía". Le dio a Harry una sonrisa tranquilizadora y se volvió hacia el frente. "Realmente se ve hermoso, ¿no? ¿La nieve brillando al sol así?