La broma

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"It's not your fault

It's my own fault

I'm not human at all

I have no heart" (Sleep Party People)

En el centro de su cabeza resonaba esta canción, y retumbaba por toda su mente sin rumbo pues estaba agobiado por un sueño tenaz que no podía controlar, a duras penas lograba descifrar la letra. El chico estaba con la cabeza abajo, golpeando el pupitre con su torpe cabeceo mientras los audífonos se soltaban más y más. Era Lance, un tipo cualquiera de onceavo grado. Siempre llegaba de primero a la escuela, media hora antes de que comenzaran las clases y como acostumbraba, dormía.


—Eh Mayrita, que no te coja la noche—dijo un profesor que pasaba por ahí en forma de sátira y riendo.


—¿Ah?


Levantó la cabeza y espió con los ojos envueltos en lagañas el aula en busca de alguien, juraba por lo que fuera que había oído a alguien llamarle a otro... Aunque finalmente optó por creer que había sido alguna pareidolia auditiva de la música, después de todo no había dormido mucho, ni acostumbraba a hacerlo ya que esa serie que se estaba viendo ahora estaba buenísima y simplemente no le dejaba descansar.

Escudriñaba toda la escena deprimente, viendo los pupitres vacíos, el ambiente oscuro y la neblina que se colaba por las ventanas. En ese momento vio a través de la puerta que se acercaba su amigo Esteban al salón.


- -¡Eh! Primera vez que te veo a estas horas.- le gritó Lance desde lejos.


—Mi mamá tenía cita médica, debía traerme más temprano...—dijo mientras entraba.-Hola Mayrita, ¿Hiciste lo de física?—preguntó hablándole al primer pupitre de todo el salón, vacío.


Un frío bochornoso le subió por todo el cuerpo, así como cuando tienes que pasar al tablero a hacer una exposición y sientes esas oleadas de sudor que se expulsan periódicamente afuera de tu cuerpo.

¿A quién podría estarle hablando Esteban, o es que le estaba jugando una broma? Se preguntó.


- Sí, sí Mayra, ¿Lo hiciste?- Parodió a Su amigo casi retándolo a seguir con el juego.

No hubo respuesta de nadie por unos segundos...


—¿En serio? ¿Hugo dijo que la recogería el viernes? Menos mal...—respondió al aire Esteban.


El confundido joven rió pues ya estaba creyendo que su amigo era un actor demasiado bueno, cosa rara pues aquel ablandabrevas de Juanes a duras penas podía con la lúdica de teatro. Fue entonces, mientras analizaba la situación, que llegó Angie con Lezla.


—¿Ustedes no pueden pasar un día sin dejar a Mayrita en paz no? Aprendan a hacer sus tareas en casa.—dijo Lezla haciendo un reclamo piadoso.


Lance se inmutó asustado y comenzó a transpirar, demasiado, tanto que las axilas ya comenzaban a pegotearse de sudor mañanero y nervioso.

Los estudiantes siguieron y siguieron entrando conforme se acercaba la hora de clase, y así como entraban, todos y cada uno de ellos levantaban la mano y dirigían la mirada a ese extraño pupitre de madera. Y cada uno de ellos saludaba a una tal Mayra, supuestamente en aquel pupitre.

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