Mi Psicópata

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Ryan

Llegue al cuarto con mi utilidad de trabajo, viendo como Aidan está en su celular, Edén solo llora y Tn le dice que se tranquilice, solo suspiro haciendo que las dos me voltearan a ver.

Tn: ¿Qué traes ahí?

Ryan: Esto son mis herramientas de trabajo linda –sonrió viéndola

Tn: ¿Herramientas?

Ryan: Así es –veo a Aidan con el ceño fruncido- ¿te quedaras?

Aidan: ¿Y perderme el show? Jamás

Tn: ¿Qué nos harán par de enfermos?

Aidan: A ti –se inclina a ella- nada, pero si sigues insultándonos ahorita veras que pasara

Tn: P-u-d-r-e-t-e –viéndolo con odio

Aidan: -serio sarcástico- ¿Andas muy valiente no? Veremos si ahorita sigues teniendo toda esa valentía

Ryan: Aidan, deja a mi chica

Aidan: Bien –se para viéndome- cuando quieras hermanito

Ryan: Sabes algo Edén, antes se castigaba por castigos algo fuertes que hoy en día eso es ilegal. –tomo un látigo de púas

Edén: Ryan –tartamudeando

Ryan: Antes los azotaban hasta que entendieran su pecado

Edén: No, no, por favor –suplicando

Ryan: Aidan

Aidan sonríe para desatar a Edén de los brazos para luego tomarla y llevarla en rastras mientras tomo la cuerda donde tenía sus manos atadas para alzarlas y se colgaran de arriba de un tubo, Aidan se aleja tomando la silla para sentarse a lado de Tn.

Aidan: Ya empezara lo bueno –sonriendo

Tn: ¿De qué hablas?

Ryan: Así que vas a recibir tu castigo por haberte metido en algo que no te convenía

Edén: No me hagas nada por favor –llorando

La ignore para agarrar fuerza con el látigo azotando su espalda haciendo que salga un grito desgarrador de ella.

Edén: ¡AAAAAH! –arquea su espalda

Ryan: Cuenta hasta 10

Le di otro azote, provocando un grito, pero no el conteo

Ryan: ¡Dije que contaras! –otro azote pero en su abdomen

Edén: ¡AAHHH! –llorando- U-uno

Ryan: Ese no cuenta, otra vez

Tn: Ryan déjala –llorando

Azoto la espalda de Edén escuchándola gritar

Edén: U-UNO

Otro mas

Edén: ¡YAA!, D-DOS

Otro mas

Edén: ¡T-TRES!

Otro más viendo su espalda llena de sangre

Edén: ¡CU-CUATRO!

Le seguí dando cada vez más azotes en su espalda hasta que estaba por dar el último agarrando vuelo el látigo para darlo con fuerza haciendo que gritara arqueando toda su espalda

Edenes: -llorando desesperadamente- D-diez –casi audible

Tn: ¡Ya!, ¡Ya!, ¡por favor!, para ¿Qué no ves que ya no puede más? –llorando y gritando