𝙲𝙰𝙿𝙸𝚃𝚄𝙻𝙾 𝟷

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Esta historia es una adaptación.

Todos los créditos correspondientes a: kittyshawol

—JungKook, no me digas que lo hiciste. ―negó de forma reiterada, tomando a su amigo del hombro. —Por favor. —su corazón amenazaba con salir de su pecho, sus manos temblaban tanto que le sorprendía la fuerza de voluntad que utilizaba para que sus piernas no cedieran.

—¿Y si lo hice?

—JungKook, ¿lo hiciste? —SeokJin estaba un tanto nervioso, no se le asomaba ni una mísera sonrisa, lo único que sentía era un temor enorme. Un sentimiento de pérdida que generaba que su estómago se retorciera de forma escandalosa.

—No sé por qué te exaltas tanto. Pero sí, lo hice, le pedí matrimonio ¿Feliz? —para JungKook no era la gran cosa, se estaba casando. No era el fin del mundo o algo por el estilo, por lo que no entendía el rostro pálido de su mejor amigo cuando le comunicó la noticia. Quizás estaba enfermo. Intento tocar el rostro de SeokJin, pero este solo hizo una mueca antes de retroceder unos pasos. Respiro profundo, recuperando rápidamente la compostura.

JungKook se casaba dentro de poco, en un mes su vida acabaría y el tipo que tenía enfrente solo le sonreía mientras esperaba ese algo que SeokJin por supuesto le daría, porque era su amigo, el mejor.

—¿Y? Jin ¿No me felicitaras? —JungKook espetó al notar que su mejor amigo se encontraba en un estado bastante extraño incluso para el SeokJin que constantemente se metía en problemas sin buscarlos. —¿SeokJin? —insistió JungKook ya desesperado. —¿Me ayudarás? Necesito contratar... —la fecha de su boda se acercaba a pasos agigantados y aún no tenía ni la cuarta parte hecha, por no decir nada. JungKook tomó sus manos para llevarlas al nivel de su rostro. —Ayúdame. Por favor, te necesito.

—Yo tengo que salir. ―SeokJin pronunció sin pensar en una mejor excusa. No quería ayudarlo, no quería ver que se casara, de hecho, hubiera querido que la palabra matrimonio no existiera en el diccionario. —Estoy ocupado, lo siento, Kook. —buscó con desesperación su mochila negra, olvidando su chaleco que seguramente estaba en el cuarto, arriba de la cama. Observó la puerta como si fuera lo único que podría ayudarle ya que necesitaba huir. En cualquier momento decaería y no sería nada bueno que su amigo lo viera. No podría pensar en una explicación coherente.

Pero que escapara no estaba en los planes de JungKook, porque apenas avanzó lo detuvo, sujetándolo del brazo.

—Jin ¿Qué sucede? —JungKook susurró y SeokJin no quiso verlo. —¿Por qué no me quieres ayudar? Aún es temprano, sé que tienes tiempo. —frunció el ceño.

—Es tu boda, no la mía.

—¿Es porque me casaré yo y no tú? ¿Es envidia? ¿De eso trata todo este alboroto?

𝚃𝚄 𝙰𝙽𝙸𝙻𝙻𝙾 𝙽𝙾 𝚂𝙰𝙻𝙴 𝙳𝙴 𝙼𝙸 𝙳𝙴𝙳𝙾Donde viven las historias. Descúbrelo ahora